Unos enormes baches que se ubican en la calle 22, cerca del colegio Teresa de Ávila, representan un peligro debido a que los conductores tienen que invadir el carril contrario para librarlos. Los vecinos del rumbo aseguran que ya se lo han reportado al departamento de Servicios Públicos Municipales, pero hasta el momento no han atendido su petición y siguen generando molestias tanto para conductores de vehículos como para los peatones. Es evidente que las lluvias le están ganando a las brigadas del ayuntamiento. (Isauro Chi)
Sin categoría