Los seres humanos tienen un instinto natural de supervivencia y reproducción. No envejecer permitiría mantener la vitalidad, la energía, la belleza y la capacidad de disfrutar de la vida es algo que a todos nos gustaría, por lo que la búsqueda de la eterna juventud es un desafío que ha intrigado a científicos, filósofos y visionarios.
El progreso médico y tecnológico ha llevado a creer que es posible combatir el envejecimiento y prolongar la vida, y en este sentido la inteligencia artificial juega un papel de gran importancia, ya que está siendo aplicada al análisis de datos para identificar patrones y tendencias en la información relacionada con el envejecimiento.
También se emplea para hacer la simulación de procesos biológicos, lo que permite entender mejor los mecanismos del envejecimiento y desarrollar estrategias para retrasarlo, a través de tratamientos y terapias personalizadas.
Novedad
Al respecto, el cardiólogo mexicano Manuel de la Peña, reconocido por su trabajo en el campo de la medicina regenerativa y la longevidad, afirma que herramientas de inteligencia artificial como AlphaFold 3 de Google y otras están compitiendo en el mercado para ser los primeros en frenar el envejecimiento en las personas.
AlphaFold 3 es una herramienta de inteligencia artificial desarrollada por Google DeepMind e Isomorphic Labs que predice la estructura y las interacciones de todas las moléculas de la vida, incluyendo proteínas, ADN, ARN y ligandos.
Esto es un gran avance en el campo de la biología y la medicina, ya que permite a los científicos entender mejor cómo funcionan las moléculas y cómo interactúan entre sí. Con AlphaFold 3, los investigadores pueden acceder a capacidades de predicción de estructuras moleculares de alta precisión, lo que puede acelerar el descubrimiento de nuevos medicamentos y tratamientos para enfermedades. De hecho, Isomorphic Labs ya está utilizando está herramienta para colaborar con compañías farmacéuticas y desarrollar nuevos tratamientos para pacientes.
AlphaFold 3 ya ha logrado determinar la estructura tridimensional de 200 millones de proteínas, por lo que ha ahorrado más de diez siglos de trabajo a los investigadores. Esto implica que la investigación con inteligencia artificial de nuevos fármacos reducirá muchísimo el número de años para encontrar nuevos medicamentos que van a curar enfermedades que ahora son impensables.
Premios Nobel
Por este motivo, la Real Academia Sueca de Ciencias ha otorgado el Premio Nobel de Química 2024 a Demis Hassabis, cofundador y director ejecutivo de Google DeepMind, y John Jumper, investigador de la misma compañía, por sus trabajos en la predicción de la estructura de casi todas las proteínas conocidas mediante el uso de inteligencia artificial, AlphaFold 3 de Google.
Este Premio Nobel lo han compartido con David Baker, director del Instituto de Diseño de Proteínas de la Universidad de Washington, quien ha desarrollado métodos computacionales para diseñar proteínas inéditas, muchas de ellas con funciones completamente nuevas.
De acuerdo con De la Peña, los avances de Hassabis, Jumper y Baker han abierto nuevas posibilidades en la creación de nanomateriales y el desarrollo de minisensores, lo que contribuirá al desarrollo exponencial de la industria biomédica, y por tanto, se avecina un cambio en la evolución del ser humana.
En este sentido, De la Peña señala que, a través de herramientas de inteligencia artificial, se están evaluando actualmente más de 800.000 moléculas con capacidad senolítica, es decir, que puedan eliminar las células senescentes del organismo, que son determinantes en el proceso de envejecimiento del humano.
Aunque la inteligencia artificial tiene el potencial de revolucionar la investigación sobre el envejecimiento, también conlleva consideraciones éticas que deben abordarse, sin embargo, es emocionante ver cómo la tecnología puede ayudar a mejorar nuestra calidad de vida y aumentar nuestra longevidad, algo que el ser humano ha soñado por siglos.
Datos a destacar
A través de herramientas de inteligencia artificial se están evaluando actualmente más de 800,000 moléculas con capacidad senolítica, es decir, que puedan eliminar las células senescentes del organismo, que son determinantes en el proceso de envejecimiento.
La inteligencia artificial ha abierto nuevas posibilidades en la creación de nanomateriales y el desarrollo de minisensores, lo que contribuirá al desarrollo exponencial de la industria biomédica.
Texto y fotos: Manuel Pool
