Los repartidores de comida rápida en la ciudad mexicana de Tijuana comenzaron a llegar ayer jueves a los linderos del campamento entre los muros fronterizos, donde pernoctan alrededor de 400 migrantes de diversas nacionalidades, incrementando los precios de los productos hasta los 100 dólares.
Los migrantes varados en esta zona a la espera de ser procesados para sus solicitudes de asilo han compartido que la necesidad les ha llevado a pagar estas cantidades, pero que es poco lo que reciben en donaciones por parte de las fundaciones y lo que les provee la Patrulla Fronteriza por las mañanas.
Algunos de los vendedores consultados por EFE aseguran que los precios que están dando en productos alimenticios como pizzas y pollos son los justos, sin embargo, cuando fueron cuestionados algunos de ellos se molestaron y decidieron no contestar.
Dos de los vendedores que decidieron omitir sus nombres, que trabajan mediante las aplicaciones, compartieron a EFE que estuvieron recibiendo los pedidos por la aplicación, lo cual se intensificó desde el pasado miércoles.
“Les traemos pizzas, pollos, sodas, cigarros y de todo lo que nos pidan”, dijo la persona, quien señaló que este era su segundo día yendo a la frontera a proveer de alimentos a los migrantes, lo mismo refirió otra de las personas de su misma compañía, quien dijo que “nos ha ido bien con la vendimia”, quien agregó que tiene tres aplicaciones mediante las cuales hace los servicios.
Nicole Elizabeth Ramos, directora de la organización Al Otro Lado, consideró como un acto “vergonzoso” que las personas se estén aprovechando de la situación de los migrantes y les estén vendiendo los alimentos a precios más elevados, considerando que son primarios para subsistir.
Texto y foto: Efe