“Venezuela se dirige hacia un cataclismo”

WASHINGTON, D.C.- La decisión del presidente Nicolás Maduro de convocar a una nueva asamblea constituyente representa un “golpe de Estado constitucional” que encamina a Venezuela a un “cataclismo”, señaló hoy The Washington Post. En un editorial, el rotativo hizo un llamado a la administración del presidente Donald Trump y al Congreso para apuntalar los esfuerzos para “rescatar a Venezuela”.

“Uno de los países más importante de América Latina, un productor mayor de petróleo con 30 millones de habitantes se encamina a un cataclismo más grande que cualquier otro en el hemisferio desde las guerras de América Central en los años 1980”, advirtió.

The Washington Post saludó en ese sentido la iniciativa bipartidista presentada en el Senado que incluye un endurecimiento de las sanciones contra funcionarios venezolanos y un monitoreo de reportes sobre su involucramiento del tráfico de drogas y corrupción.

“Los esfuerzos para rescatar a Venezuela han sido esporádicos y tibios. Es el momento de fortalecerlos”, destacó el diario.

Estados Unidos calificó esta semana la convocatoria de Maduro a la asamblea constituyente como un “paso hacia atrás” que podría llevar a la administración Trump a considerar nuevas sanciones individualizadas contra funcionarios de ese país.

La Asamblea Nacional Constituyente estará conformada por 500 integrantes, cuya organización corresponderá a una comisión presidencial encabezada por el ministro de Educación, Elías Jaua.

Durante un mes, Venezuela se ha visto sacudida por manifestaciones populares masivas contra el régimen de Nicolás Maduro, lo que ha llevado al país a una distopía de la disfunción económica y criminalidad, mientras viola descaradamente las normas democráticas y constitucionales. Las demandas de la oposición tuvieron eco en la mayoría de los vecinos de Venezuela en la Organización de los Estados Americanos: liberar a los presos políticos, celebrar elecciones democráticas, y tomar medidas para remediar la escasez drástica de alimentos y medicamentos, entre ellos, aceptar la ayuda humanitaria.

La respuesta del régimen ha sido brutalmente inflexible. Ha reprimido a los manifestantes de la oposición con balas de goma y los ha envuelto en gas lacrimógeno; 29 personas fueron reportadas muertas en las manifestaciones. También ha anunciado su intención de retirarse de la OEA, en la que se ha enfrentado a demandas para someterse a una carta democrática que garantiza la libertad de reunión y las elecciones libres. El lunes, Maduro anunció una respuesta más radical aún: la convocatoria de una asamblea constituyente para reescribir la Constitución, una maniobra con la clara intención de evitar futuras elecciones y convertir formalmente a Venezuela en un estado autoritario. Es fácil ver por qué Maduro querría evitar una resolución democrática de la crisis. Las encuestas muestran que el gobierno tiene el apoyo de menos de una cuarta parte de la población, que está afectada por uno de los mayores índices de crímenes violentos y una severa escasez de alimentos.

Infobae y Agencias

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