En los últimos días, el ahora gobernador Mauricio Vila, ha subido a sus redes sociales, principalmente la de Instagram, fotos y descripciones de las trayectorias profesionales de las personas que estarán dirigiendo durante su gobierno las diferentes áreas, instituciones y secretarías a cargo del gobierno estatal.
Desconozco si más alcaldes y gobernadores electos lo han hecho, pero quien en estas elecciones comenzó (o al menos llevó la batuta) con esta moda fue López Obrador. Desde casi el inicio de su campaña, AMLO presentó públicamente con quienes gobernaría en caso de que ganase.
Esto me genera ciertas inquietudes. Por un lado, presentar quiénes son los que estarán a cargo junto con el gobernador o presidente, genera cercanía de los ciudadanos hacia las instituciones. Esto es provocado porque hace más identificables a quienes serán responsables de esa área. Al mostrarnos los perfiles de estas personas no solo están buscando nuestra aprobación y confianza, sino que cuando haya que reclamar (exigir rendición de cuentas) o felicitar (aunque casi siempre sucede el reclamo) sea en primera instancia dirigido a esa persona responsable.
Por el otro lado están los tiempos de presentar al equipo, ¿qué incentivos podría tener quien presenta a su equipo antes de haber ganado y quien lo presenta después de la victoria?
Es decir, ¿por qué Vila presentó a su equipo hasta ahorita? ¿Hubiese puesto a las mismas personas si hubiese tenido que presentar a su equipo antes de la elección? ¿Son todas esas personas elegidas los mejores candidatos para el puesto, o estará saldando algunas deudas electorales?
Tampoco estoy aclamando la acción de Obrador: verdaderamente considero que él obtuvo una mayor ventaja en la elección gracias a las personas que conformaban su equipo, obteniendo el voto de personas que no confiaban o se identificaban con el pero sí con alguien cercano que estaba ya anunciado que gobernaría junto con él. Presentarlo antes fue sin duda, una gran estrategia electoral y no una acción de generosidad o justicia.
Lo que no podemos negar, es que hay ciertos incentivos perversos en presentarlo después: como ya dije, entregar un buen puesto a personas que hayan apoyado durante la campaña. No necesariamente con dinero, sino que hayan estado involucradas apoyando al candidato.
No me malentiendan, con esto NO pretendo demeritar el esfuerzo, el valor y la capacidad de muchas de las personas que conforman al equipo de Vila, las cuales estoy segura son numerosas. Sin embargo, el que esté de acuerdo con la elección de muchas de las personas, no se traduce a que esté de acuerdo con que haya presentado su equipo hasta ahorita, porque como dije antes, hay incentivos perversos criticables, sea la persona que sea elegida para el cargo.
Es decir, que la elección de las personas para los respectivos puestos se traduzca en eficiencia y rendición de cuentas, no quita que su elección haya sido probablemente injusta, si consideramos la justicia como imparcialidad.
De la misma manera, que nadie presente a su equipo de trabajo y esta sea una excepción no los convierte en superhéroes: que los mexicanos nos hayamos acostumbrado a que nadie nos de herramientas para exigir rendición de cuentas, no se traduce en que no las merezcamos.
Por último, no hay que dejar de usar esta herramienta que han puesto a nuestro alcance (y de verdad les aplaudo por haberlo hecho): podemos identificar quiénes serán los responsables de las diferentes áreas. Tenemos, ahora sí, la gran responsabilidad de exigirles con más fuerza que cumplan lo prometido.




