En Teabo las familias hacen fiesta y veneran al Cristo de la Transfiguración

Desde el pasado 6 de septiembre y hasta el próximo miércoles 14, entran nueve gremios a la iglesia

Ubicado en el sur del estado, Teabo se viste de fiesta en septiembre para celebrar al Santo Cristo de la Transfiguración. Es tal vez la única población en la que la entrada de los tradicionales gremios se realiza de manera independiente a la fiesta patronal que aquí se celebra a fines de abril y principios de mayo, así es que en estos días no habrá corridas de toros ni bailes populares, pero sí un gran fervor religioso.

Desde el pasado 6 de septiembre y hasta el próximo miércoles 14,  harán su entrada un total de nueve gremios entre los que se cuenta

el “Nacional Agrícola”, que preside David Balam y que se fundó en 1904 y aún más antiguos como el de “Agricultores, Artesanos y Músicos” que se fundó en 1891 y que en este 2022 cumple 123 años de existencia.

El presidente de este gremio, Diego Poot Chan, comentó que la manera en la que se organizan los gremios es muy diferente a cómo ocurre en el Barrio de San Sebastián en Mérida, por lo que es importante que esta tradición centenaria de esta población se difunda y se preserve.

Así es que nos desde días antes de que sea su turno para entrar a la Iglesia, mañana lunes, las familias de los socios del gremio en este caso del de Agricultores, se reúnen en la casa de la familia May Ucán para participar en el molido del arroz que utilizarán para preparar la horchata que de manera tradicional se obsequia a los asistentes e invitados, en esta ocasión, serán 86 kilos los que se molerán, mientras que las mujeres encabezadas por doña Hilma Ucán, preparan la comida, que no serán los acostumbrados tacos de cochinita pibil sino un rico lomo de cerdo.

“Hoy, entre las 20 y 21 horas, están citados los socios para preparar sus estandartes y banderas y armar el altar del Santo Cristo, además de que se saca la carne para comenzar a guisarla al día siguiente”, dice emocionado el buen Diego quien nos comenta acerca de la tradición de la recepción de velas que a partir de las 10 de la mañana del lunes se realiza en la casa de la familia May Ucán ubicada en la calle 25 por 24 y 26 de la avenida Yoc Chen Ab.

Los socios acuden a entregar su vela adornada con flores y cintas, además de su aportación económica para apoyar con los gastos del gremio, y hasta antes de las 13:30 horas, que es cuando inicia el rezo del Rosario, se les sirve de comer.

Después a las 16:30 horas regresan al ritmo de “la cabeza de cochino”, y acompañados de la música de charanga, todos lleguan a la Iglesia para ofrendarla al Cristo.

Cabe destacar que en Teabo, es tradicional que la entrada de los gremios sea a las 17 horas y por la noche, después del Rosario y la Misa la fiesta sigue con la quema de pirotecnia, cuando la emoción se desborda con los toritos que se encienden, y luego a las 22 horas, todo mundo está invitado a bailar en la vaquería que de manera gratuita amenizará la súper poderosa orquesta de MC.

Diego recuerda cómo desde niño disfrutaba de estas fechas tan esperadas por todo el pueblo. “Mamá, Deysi Chan, nos bañaba antes de las 16 horas, para luego irnos al gremio”, recuerda este joven, actualmente docente y artesano, que sigue la tradición de la familia Poot, organizando el gremio con la misma dedicación y devoción que tenía su bisabuelo Fernando, su abuelo Vidal y su papá Wilberth.

Finalmente el martes 13, después de la misa programada las 10 horas, portando los cabos de las velas que se consumieron en la iglesia, las que adornaron el día anterior, los integrantes del gremio van a la casa donde saldrá el próximo año, honor que le tocará a la familia Cab Cauich, donde a las 12 horas se hará la liquidación de cuentas, importante es señalar que se puede apoyar con la categoría de “interesado”, aportando una cuota fija, de socio, en este caso con un donativo de menor monto o como “punteros”, que pueden aportar una cantidad que ellos deciden, y todo se destina para los gastos que incluyen la horchata, la música y los voladores, que como cada año, se traen desde la población de Hocabá.

Texto y fotos: Manuel Pool