Artesanos de Valladolid están indignados porque la directora de Comunicación Social del Ayuntamiento, Ariadne Sánchez, hizo una pésima labor en eventos turísticos a los que se les invita, y lo peor es que una de las más beneficiadas son los familiares de la síndica Aída Poot, quienes cuentan con concesiones en el nuevo Mercado de Artesanías.
Gracias al trabajo del Gobierno del Estado, Valladolid, uno de los Pueblos Mágicos de Yucatán, en Semana Santa ha recibido diariamente hasta siete mil visitantes, lo que genera excelente derrama; sin embargo, el Ayuntamiento que encabeza Alfredo Fernández Arceo no está en la misma sintonía.
El término de “vacas sagradas” se emplea a colaboradores que, pese a que son polémicos, se mantienen en sus puestos.
Los artesanos y bordadoras buscan a la síndica Aída Poot, quien prometió que, de llegar al poder, los artesanos tendrían más y mejores oportunidades, pero, como dicen, prometer no empobrece y sólo sus familiares están “viendo el progreso”.
Poot se comprometió en apoyarlos, pero apenas ocupó el cargo se olvidó completamente de los artesanos, aunque no completamente de todos, ya que le ha dado prioridad a sus familiares a quienes les ha dado espacio para que vendan en la vía pública y en el nuevo Mercado de Artesanías.
Hace apenas unos días, el relleno sanitario demostró que no es seguro, ya que se registró un incendio que tardó en ser controlado por personal de Protección Civil y los bomberos.
Vallisoletanos señalaron que urge una planeación para el tratamiento de la basura.Igual en campaña el alcalde prometió una perrera municipal para frenar el problema de los canes callejeros, pero no ha realizado nada.
Texto: Darwin Ail
Foto: Cortesía