Por Gerardo Novelo
HBO, en una súplica final a su audiencia más ñoña para que no cancelen sus subscripciones después del final de Game of Thrones, acaba de lanzar el tráiler de su futura adaptación de Watchmen. La seminal obra de Alan Moore es un parteaguas en el mundo del cómic -esta secuela pinta a ser tan abundante e incisiva en metanarrativas sociopolíticas como la original.
Un refresher, con advertencia de spoiler: uno de los protagonistas de la historia, y el marco a través del que se cuenta, es Rorschach. El personaje es una sátira de todo lo malo de Batman: es un individualista, sociopático y delirante justiciero. Para el final, el justiciero muere, pero su diario, que recuenta la trama del cómic, encuentra camino hacia el New Frontiersman, un periódico derechista conspiranoico.
Como la próxima película de Joker, hay una audiencia que le queda el personaje como anillo al dedo. El criptofascista de Rorschach estaría bien acompañado en 2019. Su locuras conspiracionales y amenazas de fin del mundo encontrarán mejor audiencia en Internet que en las calles de Nueva York. El periódico que publicó sus diario se codearía con portales como Breitbart e InfoWars.
Rorschach es un avatar de la extrema derecha. Está obsesionado con el patriotismo, la ley y el orden. Ve obligada la justicia por la fuerza. Es solitario y extremadamente violento. Misantrópico, se auto-enemista con la sociedad y los “degenerados”. Primitivista, es un justiciero ojo-por-ojo. Paranoico y moralista, solo quiere causar daño y vestirlo de superioridad ideológica. ¿No les suena al alt-right trumpista que marchó en Charlottesville?
Y, si se me permite especular, eso parece retratar esta secuela. El diario de Rorschach desenmascaró la trama de Ozymandias -el antagonista principal que buscaba unir a la humanidad contra un falso enemigo en común- y levantó un grupo fanático de terroristas domésticos análogos al alt-right contemporáneo.
Rorschach, paralelo a Joker y Tyler Durden, es uno entre tantos protagonistas malinterpretados, retratados como un ejemplo de personalidades tóxicas y destructivas pero idolatrados por fanboys que no leen más allá de la superficie.
A diferencia de la película del 2009, la serie de HBO parece heredar la conciencia y profundidad de la novela gráfica. Si el tráiler entrega lo que promete, Watchmen tomará la ardua crítica sociopolítica que propuso Moore y la anclará a los turbulentos tiempos que nos tocó vivir.