De la hacienda, que funcionó hasta hace 40 años y donde se procesaba el oro verde, solo quedan buenos recuerdos en la mente de sus pobladores.
A unos dos kilómetros de Ucú, su cabecera municipal, se encuentra Yaxché de Peón, un lugar que resguarda vestigios de la hacienda que funcionó hasta hace unos 40 años y donde se procesaba la fibra de henequén que se obtenía de ejidos vecinos como Noc Ac, Ucú y de la misma Yaxché.
De todo esto solo quedan los buenos recuerdos en la mente de los pobladores que trabajaron en este sitio, en el que en las calles se encuentran algunas máquinas que sirvieron para esta actividad como un cepillo con gruesos pinchos para peinar la fibra y una trenzadora del sosquil.
“Yo trabajé en la planta en el elevador que servía para llevar la penca hasta la raspa, también fui cargador de penca en camión. Se llevaba a Mérida la producción”, recordó con cierta melancolía don Pedro Díaz Gutiérrez, quien destacó que los que sembraban y chapeaban eran los ejidatarios.
Esta hacienda que ya está en ruinas, contaba con casas de monumental arquitectura, en la que inclusive cuentan, se presentan fenómenos paranormales, se llamaba San Antonio Yaxché. Hasta la fecha, la población que se integra por menos de mil personas, sigue festejando con gran devoción a este Santo patrono en junio y su bella iglesia, está dedicada a él.
Fue en 1853 cuando Manuel José Peón y Maldonado, adquirió la hacienda que dos décadas después heredó a su hijo Augusto Luis Peón. Posteriormente el lugar sería llamado Yaxché de Peón, por el apellido de esta familia y que complementa el nombre de Yaxché que en idioma maya significa ceiba o ceibo (Ceiba pentandra).
Algunos de los predios que se utilizaban como oficinas, pagaduría y otros que ocupaba el personal han quedado abandonados y las ramas se han apropiado de las paredes, ofreciendo una espectacular locación para los amantes del video y la fotografía. Como ocurre en un predio aledaño a la casa de don Pedro, quien contó al equipo de Peninsular Punto Medio que desde niño recuerda que este lugar se usaba como un corral para caballos.
Por su cercanía a la capital yucateca, en redes sociales se puede observar numerosos sitios en los que se ofrecen los terrenos para la construcción de residencias e incluso para un club de golf, por lo que varias de estas casas ubicadas inclusive en el centro de la población ya tienen dueño.
“Ya está vendido casi todo. Esta casa que está a lado no tiene dueño todavía; desde niño me acuerdo que era un corral de caballos, así se ha mantenido, la casa grande que se ve al fondo, era la casa del encargado, enfrente era el casco donde pagaban”, explicó don Pedro, que comentó que ahora hasta en las calles que terminan en el monte ya hay casas.
Algo que no se puede pasar por alto es la manera en la que el grupo musical Los Aventureros ha puesto el alto el nombre de este, su pueblo de origen, al que en sus presentaciones le llaman pomposamente palo verde.
“Los tres hermanos, Miguel, Víctor y Fausto, que ya falleció, se dividieron, y cada uno hizo su conjunto, y ahora los sobrinos formaron la dinastía Gómez”, comentó el entrevistado quien destacó orgulloso que su sobrino es el baterista de este último grupo.
Así es que gracias a la música y a su espectacular ex hacienda, seguirá escuchándose por muchos años más el nombre de palo verde o mejor dicho Yaxché de Peón.
Texto: Manuel Pool
Fotos: Luis Payán