Yucatán se ubicó en el quinto lugar de bienestar financiero con 54.9 por ciento y de los últimos lugares en estrés financiero con 53 por ciento, de acuerdo a la Encuesta Nacional sobre Salud Financiera (Ensafi) 2023, que realizó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
En conferencia de prensa se dieron a conocer los resultados de esta inédita encuesta en el que se busca que se diseñen programas para que desde las escuelas desde la niñez se fomente la cultura financiera.
En bienestar financiero, los primeros cinco lugares fueron ocupados por Quintana Roo con 56.3, Coahuila (55.9), CdMx (55.6), Colima y Baja California Sur (55.4) y luego Yucatán.
En tanto, en estrés financiero luego de CdMx sigue Zacatecas (65.6), Baja California (64.3), Edomex (52.8) y en quinto lugar Sonora (52.5). Los menos estresados fueron: Colima, Yucatán, Tamaulipas, Quintana Roo y Nuevo León.
Otro resultado que se dio a conocer es que el 52 por ciento de los mexicanos ahorran, que el dato es positivo, pero que el aspecto negativo es que no todos lo hacen de manera formal, esto es, hay quienes lo siguen guardando bajo el colchón.
Cabe resaltar para las mujeres, el porcentaje fue de 49.3% y para los hombres, de 55.2 por ciento. De quienes ahorraban, 57.3% tenía un monto equivalente a hasta una quincena de lo que ganaban o recibían y 10.3% ahorraba montos superiores a tres meses.
Por otra parte, 36.2% de la población reportó tener algún tipo de deuda. En este tema, el porcentaje de mujeres fue menor que el de los hombres (34.1 y 38.7%, respectivamente). Un 17.1% consideró que su nivel de deuda era alto o excesivo, mientras que 48.9% lo calificó como moderado.
En promedio, las personas reportaron que el monto máximo que podían dedicar a pagar una deuda mensualmente, sin comprometer su patrimonio, era de 2,777 pesos. Al desagregar por sexo, las mujeres dijeron que el monto máximo sería de 2,262 pesos, y los hombres, de 3,382 pesos.
El promedio de ingreso que la población de 18 años y más consideró necesario para cubrir sus gastos fue de 16,421 pesos. Entre las mujeres, esta estimación fue de 15 mil pesos, mientras que entre los hombres fue de 18 mil.
Por entidad federativa, las personas de Ciudad de México reportaron requerir un mayor ingreso promedio para cubrir gastos (29,500 pesos), y siguieron las de Nuevo León (23,500). En contraste, las personas de Chiapas reportaron requerir, en promedio, siete mil pesos para poder cubrir sus gastos. Siguieron las de Tlaxcala, con ocho mil pesos.
Al respecto, el presidente de la Condusef, Oscar Rosado Jiménez, apuntó que algo que arrojó el estudio que los que mejores se ubicaron en el bienestar financiero no fueron los menos estresados, como sucedió el caso de CdMx, que se ubicó en cuarto lugar con 53.4 por ciento y en estrés financiero ocupó el deshonroso primer sitio con 69.5.
“Ganar más no significa menor estrés financiero. Hubo caso que arrojó que personas que ganaban dos salarios mínimos en algunos estados reportaban bajo estrés financiero”, dijo.
Resaltó que se debe incluir la cultura financiera en las escuelas, principalmente con las mujeres, quienes mostraron ser menos ahorradoras. “Es probable que hasta se comience a realizar una agrupación que se llame Deudores anónimos, donde hasta los bancos serían los primeros agradecidos, ya que estos buscan a clientes que paguen puntualmente, pues se tiene la idea errónea que prefieren a los morosos quienes terminan pagando más”, expresó.
De la población, 53.2 % realizó algún tipo de registro de sus ingresos y gastos. Esta práctica fue más común entre las mujeres que entre los hombres (54.4 y 51.8 %, respectivamente). Del porcentaje total, 32.8 % consideró cumplir con su registro de gastos. Las diferencias al distinguir por sexo no fueron significativas.
Respecto a los hábitos de gasto, 14.4 % admitió que prefería comprar sobre ahorrar y, de manera similar, 13.8 % afirmó que siempre o casi siempre gasta el dinero que tiene en lugar de ahorrarlo para gastos inesperados.