Yucatecas ganan premio en Irlanda por proyecto para nulificar el aceite quemado

Tras realizar una labor titánica para asistir al Décimo Séptimo Congreso Europeo de Genética de Hongos, realizado en Dublín, Irlanda,  estudiantes de Ingeniería Ambiental del Instituto Tecnológico de Mérida presentaron tres proyectos, de los cuales uno que nulifica el aceite de cocina quemado, obtuvo el Premio Best Oral Presentation.

En conferencia de prensa, la estudiante Mariana Espinoza López informó que al congreso asistieron investigadores con  posgrado y “esto hace que uno sólo aspire a tener una discreta participación”.

Sin embargo, el trabajo donde emplearon cepas de hongos de laboratorio libres de toxinas para la asimilación de aceite quemado, un compuesto altamente tóxico que contamina el agua, el suelo y afecta gravemente la salud humana, fue elogiado y obtuvo el galardón.

Señaló que también para asistir al evento tuvieron que recaudar fondos, como rifas, pidieron apoyo a algunas diputadas, quienes se lo dieron.

Detalló que la inscripción fue de 375 euros, los boletos de avión variaron el precio de acuerdo a como lo consiguieron y el hospedaje costó 11 mil pesos, hace unos cuentas y le “talacharon”.

El congreso se realizó en Dublín, Irlanda, del 2 al 5 de marzo pasado, donde se presentaron más de mil trabajos de investigación aplicada y de frontera, sobre temas como materiales sustentables, energías alternas, avances en ingeniería genética de hongos y potenciales patógenos de humanos. Asistieron los principales grupos de investigación de la rama de genética fúngica y representantes de la industria europea.

Tres trabajos mexicanos desarrollados en la Península de Yucatán fueron revisados y seleccionados por el panel de expertos establecido por el comité organizador. En este sentido, tuvieron la oportunidad de asistir con recursos propios 9 estudiantes de Ingeniería Ambiental y de Bioquímica del Instituto Tecnológico de Mérida.

Los tres trabajos de investigación aplicada antes mencionados fueron dirigidos por el doctor Denis Magaña Ortiz.

En el trabajo ganador participaron Abril Alemán Salvador, Espinoza López, Danna Ramírez Alemán, Camila Caamal Acosta, Yulislell Pech Canché y Carolina Cruz Carrillo. Los estudios iniciales estuvieron a cargo de Sofía Patrón Herrera.

El proceso se encuentra en fase de escalamiento usando un biorreactor piloto y busca recursos económicos de la industria y de los tres niveles de gobierno. Esto con el propósito de disminuir el enorme impacto de mala disposición del aceite de cocina quemado, un residuo peligroso con una legislación muy limitada para su destino final.

En la descripción del proyecto se señala que “la mala disposición final del aceite contamina el agua, el suelo y la biodiversidad y la salud humana. Existen en la naturaleza microorganismos capaces de degradar el aceite quemado pero son poco estudiados o producen toxinas. El hongo Aspergillus foetidus es una cepa de laboratorio sin riesgo para la salud humana”.

Los otros dos trabajos fueron: el uso de cepas nativas de hongos para el control de plagas como la mosquita blanca y ácaros que diezman la producción agrícola a nivel mundial como el tomate, el chile y el aguacate.

En esta investigación participaron: Carol Cervantes Basto, Monserrat Tum Rodríguez y Jazbek Martínez Contreras.

En el otro trabajo se presentaron resultados sobre el estudio de compuestos de plantas que actúan para el control de proliferación de hongos que afectan la salud humana y animal. Los alumnos a cargo del proyecto son Pilar Solís Manrique, Paulo Ortiz Montalvo y Alejandra Zapata Domínguez.

Texto: Darwin Ail

Foto: Leandro Chacón