Después de pasar la Navidad con su familia en Maxcanú, don Luis Hilario Rodriguez Ucán viajó este jueves 26 de diciembre rumbo a Las Vegas, Nevada, ciudad en la que reside desde 1994.
Hasta la terminal aérea lo acompañaron su hermana Irene, su cuñado Eleazar y sus sobrinos, quienes le desearon buen viaje, no sin antes prometer que estará de vuelta en el mes de mayo para celebrar el cumpleaños de su hermana.
Sin duda que esta fue una despedida un tanto dolorosa pero queda abierta la oportunidad de un reencuentro próximo, a diferencia de muchos yucatecos que no cuentan con documentos que les permitan estar de vuelta en casa para estar con sus seres queridos.
Según platicó don Luis, quien labora como mesero en un hotel de Las Vegas, en 1978, cuando emigró por primera vez a la Unión Americana, la situación migratoria no era tan complicada como ahora, cuando hay un próximo cambio de gobierno.
“Donald Trump ha hablado mucho de que hará deportaciones masivas, pero luego ha mencionado que solo será para criminales, la verdad es que esperamos que no tengamos problemas, pero es muy cambiante en su manera de pensar y eso nos deja con incertidumbre”, dijo nuestro paisano, quien recordó que vivió un buen tiempo en Los Ángeles, en donde hay muchos yucatecos que hablan solamente maya, lo que hace sentirse en casa.
“Esto es en Pasadena, un lugar en el que los paisanos acuden da disfrutar del béisbol y hablan en maya”, detalla don Luis, quien destaca que esta es también una puerta para aficionarse al consumo de alcohol.
“Lo mismo pasa en mi trabajo, en el casino hasta te regalan las bebidas y es fácil caer en la ludopatía, por eso hay que cuidarse mucho”, recalcó el entrevistado, quien para llegar a Las Vegas necesitó primero viajar a la Ciudad de México y luego tomar otro vuelo directo.
“Mañana entro a trabajar a las tres de la tarde, lo bueno es que me va a dar tiempo de dormir un rato antes”, dijo el paisano, quien estimaba llegar a Las Vegas después de la medianoche.
Don Luis, quien cuenta con 78 años de edad, recordó que en Mérida, trabajó como soldador en la siderúrgica que Yucatán, que se encontraba cerca de la Casa del Pueblo, la que luego se trasladó a la Carretera a Progreso. ‘A mí no me tocó trabajar allá , pues salió la oportunidad de ir a otra siderúrgica en México y luego a otra en Monterrey, y de alli me fui a Los Angeles”, detalló.
Texto y foto: Manuel Pool
