Una vuelta con todo y maletas alrededor de la cuadra para viajar durante el año, o una barrida de atrás para adelante a la casa para que salga lo malo y entre la buena energía, así como las pantaletas de colores según lo que más anhele, rojo para el amor, amarillo para el dinero, verde para la salud o quizá el negro para el sexo, son algunos de los rituales que la gente hace para final de año y principios del próximo.
Cada año como es costumbre en casi todo el mundo la gente se prepara para recibirlo de la mejor forma, siempre de una manera positiva y alegre, pues es el inició de un nuevo ciclo que trae esperanza a la mayoría de las personas y se apoyan con algunos rituales para el 31 de diciembre con el fin de atraer la buena vibra.
Las 12 uvas es una tradición casi para el mundo entero, sin embargo, hay quienes realizan las limpias de casa que consisten en quemar carbón y echarle encima incienso de copal y canela para que haya amor y armonía durante todo el año, además de que después de las 12 de la noche deben tocar 12 campanadas para que haya buena vibración.
Otros recurren a rituales más esotéricos como hacer limpias con hierbas y flores, además de trapear con sándalo y coco para que se abran los caminos y llegue la prosperidad al hogar.
De igual forma no pueden faltar las manzanas rojas en plato blanco con miel, canela y polvos dorados, además de la cazuelita con las semillas para que jamás falte el pan en la mesa.
El locatario del mercado Lucas de Gálvez, Raúl Armando Sánchez, comentó que la venta de estos artículos se incrementa a finales de año, sobre todo en velas y veladoras “para la suerte”. “Las personas compran 12 veladoras de diferentes colores, las cuales se encienden la noche del 31. Luego se apagan y se encienden el primer día de cada mes del año”, explicó.
De igual manera, se suele recurrir a infusiones con las que la persona se baña para tener buena vibra, dinero o amor, así como jabones que tienen el mismo efecto.
Señaló que es común que las personas tengan estas creencias, ya que son parte de la cultura popular.
Otra tradición que es común entre la comunidad yucateca, es la quema del “viejo”. A pocas horas de los festejos del año nuevo, ya se aprecian en las calles de la ciudad que representan al año que concluye y que son “quemados” la madrugada del 1 de enero.
José Canul Cetina, quien desde hace nueve años se dedica a vender estos muñecos para quienes gustan de esta tradición, explicó que su familia empieza con la confección de los “viejitos” unos tres meses antes del año nuevo, ya que desde ese tiempo las personas ya empiezan a solicitar el suyo.
“Vemos que cada año es más la cantidad de personas que nos compran los muñecos. Este año confeccionamos unos 40 y esperamos que se vendan todos”, dijo.
Señaló que cada muñeco tarda hasta tres días en tomar forma, ya que se realizan de periódico y engrudo, además de que se les coloca la ropa, ojos y cabello, así como su respectiva dotación de explosivos para el deleite de las familias.
Indicó que pese a que hay quienes los tachan de inseguros, los viejitos representan a una tradición que ha pasado de generación en generación, por lo que aseguró que debe ser preservada.
–Elena Martín López