Doña María Teresa Uc Cervera, de 76 años, expresó su felicidad y devoción hacia Jesús tras participar en la misa de su resurrección: “Siento una alegría muy grande al saber que murió por nosotros. Lo que tenemos que hacer es ganar el perdón de Dios para poder entrar al cielo”, aseguró.
Una vez más los fieles católicos se dieron cita en las catedral de San Ildefonso para vivir la Pascua. Familias completas, mujeres y hombres, hicieron un espacio en su vida diaria para escuchar el mensaje de Dios. Algunas mostraron su alegría por vivir la Semana Santa con fervor y otros, se dijeron tristes por sólo participar un día.
Tal es el caso de María Teresa Moguel, de 52 años, quien dijo sentirse “achicopalada” por participar en la misa de Pascua.
–Estuve trabajando. No pude asistir el jueves y el viernes, los años anteriores he participado, pero apenas estoy saliendo de mi trabajo y no pude ver mucho. Me siento achicopalada, pero no he podido –dijo.
Doña María Teresa comentó que vivía en el municipio de Chumayel y ahí asistió durante cinco años consecutivos, pero fue el trabajo lo que le impidió seguir con la celebración de la Iglesia.
Pero quien sí vivió los días santos fue doña Aracely Mézquita, quien, con una sonrisa, presumió haber participado desde el domingo de ramos.
–Hoy me gustó la misa. Cada año es preciosa la celebración. Desde que tengo uso de razón vivo con alegría la fiesta. Nos recuerda el amor hacia nosotros y el camino que debemos seguir para ser merecedores de la salvación –indicó.
Para la suerte del reportero, también entrevistó a doña Maria de Jesús Juárez, la tercera persona con el mismo nombre. Indicó que, para ella, la Pasión de Cristo fue en reencuentro con el Señor, donde el mensaje fue claro: nosotros lo matamos, la humanidad.
–Hace falta amor. Amor hacia uno mismo, hacia el prójimo. El ser humano se ha vuelto egoísta, se ha apartado del camino y de nuevo está la invitación. Está en nosotros en recibirla o no –apuntó.
– Jesús Gómez
