Yucateísmo: Doña Rafita ha traído al mundo a 715 bebés en 45 años de partera

Es tanta la fama de María Rafael, que inclusive los médicos la recomiendan con sus pacientes para que el bebé pueda nacer de forma natural

El trabajo de una partera tradicional es de gran importancia, y en la actualidad  existen médicos que las recomiendan visitar cuando la mamá desea evitar la cesárea.

En Yucatán se calcula que existen alrededor de 300 mujeres que están dedicadas a esta labor, y son de gran ayuda para las autoridades de salud, sobre todo para atender los partos de mujeres que viven muy lejos de los centros de salud o de algún médico que las pueda ayudar a parir.

Una de ellas es la señora María Rafaela Can Aké, quien vive en la comisaría de Chumbec, en el municipio de Sudzal, y quien a la largo de 45 años nos presume que ha traído al mundo a 715 bebés, el último apenas el lunes pasado.

“Lo sé porque cuando nace cada bebé, la Secretaría de Salud nos da dos hojas para poner la huella, una se entrega a la mamá para que la lleve al centro de salud y le den el certificado de nacido vivo, que se le va a pedir cuando vaya a registrarlo”, explica doña Rafita, como cariñosamente es conocida por médicos y enfermeras.

Es tanta su fama, que inclusive los médicos de hospitales privados como el Centro de Especialidades Médicas del Sureste, como el Dr. Gonzalo Cárdenas Lugo y el Dr. Félix Molina, recomiendan a sus pacientes visitarla para que les acomode al bebé y lo gire para que nazca por parto natural.

“En casa tengo mis plantas medicinales que me sirven  para el parto, para ayudar a las mujeres que van a parir, por ejemplo, uso el té de naranja agria para desinflamar el útero y el de corteza de pixoy para dilatación”, dice doña Rafaela, quien comenta que hasta extranjeros van a buscarla hasta Chumbec o le llaman por teléfono para que viaje a Mérida para atender a mujeres desde sus tres primeros meses de embarazo, y las acompañe a lo largo del proceso.

“Llevo control a partir de tres meses, para sobar, acomodar al bebé, escuchar su corazón y tocar a la madre y al conocer la textura de su vientre, puedo saber si es niña o niño, y después me llaman cuando va a nacer”, comenta doña Rafita, quien destaca que ha atendido a mujeres de Estados Unidos, Francia y Alemania.

¿Y cómo se comunica usted con ellas?, le preguntamos a doña Rafita, quien explica que sus esposos por lo general hablan español y son quienes traducen.

“Hace poco atendé atendí a una mujer alemana de 42 años y recibí a su tercer bebé, siempre dicen que puede haber complicaciones cuando la mujer tiene cierta edad, pero yo siempre le dije que si Dios lo puso en su vientre es porque sabe que se va a recibir bien”, recalca nuestra entrevistada, quien es una mujer de fe, lo cual queda de manifiesto cuando nos platica cómo fue que aprendió esta labor.

“Mis abuelitas fueron parteras, pero no lo aprendí con ellas porque murieron, solo un bebé me recibió una de ellas, fue hasta que mi último bebé tenía 2 años, cuando comencé a soñar que podía recibirlos, fueron ocho meses que tenía este tipo de sueños”, explicó doña Rafaela, quien con lujo de detalles nos cuenta cómo fue uno de esos sueños en el que fueron a buscarla para ayudar en un parto, pero ella se negó porque sentía que no tenía los conocimientos necesarios para hacerlo.

“Entré a mi casa para buscar a mi esposo para que fuera a buscar a alguien que sí estuviera preparada para hacerlo pero no estaba, pero había un viejito sentado, de pelo largo y ojos azules que me llamó, entonces puse sus manos en sus rodillas, y él tocó mi cabeza, entonces vi como sus manos me guiaban, todo eso fue en sueños, antes de ser partera, entonces tenía 23 años”, recordó esta mujer que está próxima a cumplir 69 años de edad y que sigue muy activa, inclusive dando cursos en diferentes partes del país.

Será el próximo 16 de febrero cuando imparta el curso denominado “Capacitación en el arte de la tradicional partería maya y trabajo de fertilidad”, en el que compartirá sus conocimientos sobre medicina herbal, fertilidad y otros masajes, así como los pasos a seguir en el proceso, desde la recepción de la mamá hasta el parto y el trabajo postparto.

Texto y fotos: Manuel Pool