Zares rusos, historias del pasado

Los Zares fueron figuras importantes del antiguo Imperio Ruso por varios siglos. El término se acuñó cerca de 1547 por Iván IV como símbolo del cambio de la naturaleza de la monarquía rusa. La palabra “Zar” deriva del latín “Caesar” y se tomó del título de Emperadores Romanos como lo fueron César Augusto o Julio César.

Los Zares fueron “autócratas” lo cual significa que eran dueños de todo el poder político y económico de la región gobernada, similar a lo que la figura de un emperador comprendería.

Algunas otras títulos importantes de la época era el de “Zarina”, femenino del Zar y un ejemplo de esta fue Catalina quien reinó de 1725-1727.

Otro era el “Zarevich” o heredero al trono, quien era el hijo de la persona en turno al poder. Finalmente, a las hijas o nietas del Zar o Zarina se les conocía como Zarevna.

Ya previamente mencionado, uno de los Zares más conocidos y relevantes en este gran período de tiempo fue Iván IV, mejor conocido como “Iván, el Terrible”. Este fue el primero del largo linaje de zares y se le adjudica la conquista de Siberia, la creación de un nuevo código legal, la centralización del poder en la capital y grandes reformas internas, como la reforma del ejército. “El Terrible” fue apodado de esta manera por historias que se contaron sobre él torturando animales desde una muy corta edad. Asimismo, se cuenta que marchó sobre la ciudad de Novgorod con un ejército de 15 mil hombres arrasándola toda y dando muerte a miles de personas que vivían ahí.

Es de mencionar que cerca de 200 años después de que se comenzó a usar el término de Zar cambió en 1721 por “Emperador” desde la llegada de Pedro I al poder en Rusia. A pesar de que cambió el nombre, las responsabilidades y el control sobre todo era lo mismo.

Otros 200 años después, en 1918, la figura del Zar o Emperador desaparecería del todo con la llegada de la Revolución Rusa, que acabaría con una larga historia e impondría un nuevo régimen y llevó a la creación de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia.

Texto: Mario A. Gamboa Solís
Foto: Agencias

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