Flamencos cambian ruta de migración

El crecimiento de la mancha urbana por vivienda, turismo masivo, uso de pesticidas y caza ilegal propician cambios en el derrotero de las aves migratorias. Un ejemplo: menos flamencos llegan a Las Coloradas y optan por otros puertos

El crecimiento de la mancha urbana por vivienda, turismo masivo que propicia la reforestación, el cambio de uso de suelo y los incendios forestales han traído como consecuencia cambios en las conductas de las aves migratorias. Un ejemplo: los flamencos han dejado de llegar a Las Coloradas y buscan otros lugares como San Crisanto e Isla Arena, debido a la notoria reducción de los manglares.

Hoy es el Día Mundial de las Aves Migratorias, animales que desempeñan un papel de vital importancia en el medio ambiente. Gracias a su existencia en el planeta, se puede lograr un perfecto equilibrio y así evitar la propagación de plagas que afecten la salud de los seres humanos.

En entrevista, la fundadora del proyecto ambientalista “Sal a pajarear”, con sede en el municipio de Tekit, María Ana Piña Canul, señaló que en todos los años que se ha dedicado a la observación de aves únicamente ha visto a un cardenal, lo que demuestra que la deforestación y la caza ilegal son serias amenazas para las aves.

Plaguicidas

Por su parte, el también fundador del citado proyecto, Manuel Xool Koh, explicó que también los plaguicidas son una amenaza, y citó el caso de los menonitas que en Campeche siembran soya transgénica y que blindan sus cultivos con pesticidas, los cuales, cuando lo ingieren las aves, éstas se mueren.

Como se sabe, la soya transgénica es para consumo humano y con ella se elabora una pasta que sirve de alimento a los cerdos para las granjas porcícolas. Yucatán es uno de los mejores productores de esta carne en el país, pues anualmente se obtienen 200 mil toneladas.

Las distintas actividades diarias del hombre han causado un desequilibrio y alteración de un alto porcentaje de los ecosistemas marinos y terrestres de todo el mundo.

Prácticas constantes como la caza, la deforestación o la ganadería y la agricultura masiva han destruido una gran parte de ellos, lo cual ha conllevado a la muerte y desaparición de la flora y fauna de esos lugares.

Extensas áreas destruidas por la contaminación con desechos tóxicos han provocado como resultado que las aves migratorias vayan desapareciendo de forma paulatina.

Xool Koh explicó que las aves migratorias viajan a estos lugares, debido a que en sus sitios de origen es invierno y vienen a reproducirse a lugares cálidos. Comienzan a llegar desde septiembre y octubre y regresan a su hogar en marzo y abril.

Dijo que el cambio climático afectaría más a las aves residentes que a las migrantes, ya que los huracanes y las sequías ocasionan escasez de agua.

“Algo que sucede en lugares turísticos es que los guías suelen acercarse demasiado con sus lanchas en donde están las aves, para que les den más propina, pero hay aves que se espantan”, indicó.

Señaló que otra notoria amenaza son los incendios forestales, lo que propicia que se reduzca su hábitat.

De acuerdo al Frente Campesino en Defensa de la Tierra y la Vida (Fcdtv) en los últimos 25 años 355 mil hectáreas parceladas han pasado a manos privadas.

Actualmente, los empresarios se convierten en residentes en el ejido, pero hay una regla que señala que ninguno puede tener más del 5% del ejido y hay quienes tienen hasta 1,500 hectáreas , lo que es ilegal.

Por su parte, Piña Canul dijo que las aves que suelen llegar a Yucatán son chipes, pájaro encapuchado, patilludo, el siete colores y azulejos.

Explicó que las aves son controladoras de plagas, dispersoras de semillas y otras son polinizadoras. “La presencia de aves son indicadores de que ese ecosistema que se tiene es sano. Los chipes comen hormigas y moscas”, comentó.

Una sola golondrina puede llegar a consumir alrededor de 850 moscas y mosquitos al día. Si se tiene la fortuna de albergar un nido de esta especie en el entorno del hogar, la pareja de estas aves se encargaría por sí sola de eliminar diariamente hasta 1,700 moscas y mosquitos. No existe insecticida más eficiente ni más ecológico que ellos.

Señaló que una de las actividades que realizan en “Sal a pajarear” es la observación de aves, desde un aspecto ambiental y que suelen llevarla a cabo una vez al mes.

Indicó que es una de las actividades que desarrolla la agrupación ambientalista, ya que también se enseña sobre plantas medicinales y las abejas nativas.

Afirmó que con la observación de las aves se busca concientizar sobre la importancia de que estén en libertad, no en jaulas.

En Tekit, las aves que suelen habitar son chara yucateca, chachalaca, pájaro carpintero, tecolote bajeño, degollado (cuello rojo), corona negra, loro fuente blanca, perico pecho sucio, cenzontle, colibrí y colibrí canelo.

Detalló que entre los más comercializados figuran el cardenal, siete colores, azulejos y chipes.

Explicó que para conseguir cardenal, los cazadores tienen que internarse demasiado en el monte y capturarlo con sus jaulas trampas.  

En una ocasión una persona me indicó que en su parcela había cardenales, le indiqué que no lo dijera porque esto llega al oído de la gente que se dedica a capturarlos y vería que en días estarían merodeando por su milpa”, relató.

En tanto, Xool Koh reveló que a los niños y jóvenes se les enseña a no matar a los pájaros con sus “tirahules” o resorteras y que si los quieren tener en casa deben comprarlos en criaderos.

Refirió que la observación de aves la realizan de manera ambientalista. Turísticamente se llama birding o birdwatching.

El Centro de Investigación Científica de Yucatán (Cicy) celebra un festival de aves con más de 50 actividades sobre las formas de fomentar el gusto y la valoración de las diferentes especies existentes en la entidad. Esta actividad ha crecido exponencialmente en la última década en México, pues un millón de personas la practican y origina una derrama de 329 millones de dólares.

La observación de aves se ha convertido en un pasatiempo para millones de personas en el mundo, que arroja beneficios económicos y genera empleos en países como Inglaterra, Canadá y Estados Unidos.

Xool Koh explicó que los turistas pagan por conocer aves endémicas y que hay algunas que únicamente crecen en algunos sectores. Por ejemplo, la matraca yucateca únicamente vive en una franja de la zona costera.

Otras especies difíciles de hallar son el zopilote rey y el tucán. “Los turistas tienen que contratar a un guía experto para que los lleve a los lugares donde los pueden encontrar”, comentó.

Por último, invitó a la gente a conocer lo que ellos realizan en Tekit, donde existe una buena cantidad de aves, así como la herbolaria y las abejas.

Texto y fotos: Darwin Ail