Bhogi, ropa de teñido artesanal con pigmentos clásicos y naturales

Carla Azcorra Aguilar pasa su tiempo libre diseñando prendas con pigmentos naturales

La pandemia le permitió a la maestra Carla Azcorra Aguilar tener más tiempo para mejorar la técnica de su afición que era la de diseñar prendas, por lo que en internet halló que las pinturas que utilizaba podrían elaborar- se con pigmentos de frutos, raíces y semillas. Fue así como surgió el negocio “Bhogi”.

En entrevista con Peninsular Punto Medio, señaló que esta técnica le llevó algo de tiempo desarrollarla, ya que hubo el caso de la flor bugambilia, que podría dar una excelente tinta, pero luego que la aplicó, en la primera lavada se fue.

Explicó que ella inició este negocio como afición, pues es catedrática de una universidad y en sus ratos libres lo realizaba, pero debido al ambientalismo se puso a ver opciones y fue como dio con los pigmentos naturales y que ahora se puede decir que la gran mayoría las obtiene de esos productos, dado que hay colores que no se pueden obtener y tiene que seguir utilizando artificiales o alguien le pide que sea con ese material, pero es lo mínimo.

Entre los frutos, flores, raíces y cortezas que utiliza figura las flores de cempasúchil, la semilla de aguacate, cebolla, raíces como la cúcura; las cortezas como el palo de Brasil y azul, y el añil y el insecto nopalero grana cochinilla, que es de Oaxaca.

Cuando los europeos llega- ron, usaron la grana cochinilla para maquillaje y para colorante de comida principalmente para la salchicha y el jamón, pues brinda un color rojo intenso.

Indicó que luego que los puso en agua cada uno de los frutos, flores y cortezas soltaron la tinta, lo probó y se dio cuenta que se puede trabajar en telas de algodón, lino y lana.

Carla expresó que hay colores difíciles de obtener como el caso del negro y grises debido a que se obtienen de árboles que no crecen en México y por eso si alguien les pide una prenda de ese color les dice que tiene que realizarse con un tinte artificial.

Los colorantes vegetales representan una fuente sustentable respecto a su contraparte sintética, pues son un recurso renovable; los colorantes sintéticos no, ellos pro- vienen del petróleo.

Los colorantes sintéticos son peligrosos para los consumidores y muy peligrosos para los trabajadores de la industria.

Azcorra Aguilar puntualizó que las prendas que vende son playeras de algodón, shorts, vestidos y faldas, y aunque por ahora suele comprarle más gente que está apegada al ambientalismo, cada vez hay más personas interesadas en esto.

El Fast Fashion propicia que las prendas cuesten 50 o 70 pesos, en cambio las prendas que realiza como son hechas a mano esto hace que cuesten hasta 350 pesos, pero hay gente que se da cuenta de que se trata de un trabajo a mano y valora la calidad.

Entre los dibujos que realiza figuran: corazones, espirales, manchitas, líneas horizontales y para hacer los dibujos utiliza ligas e hilos.

En promedio vende entre cinco a diez prendas en un mes y en uno alto ha llegado a vender hasta 20 prendas.

“No me dedico por completo a esto, lo combino con las clases que doy en la universidad, por lo que también cuento con el apoyo de una fotógrafa y en ocasiones hasta de personas para que ven- dan”, dijo.

Consideró que son contadas las personas que utilizan pigmentos naturales, sólo sabe de un par de chicas y algunos artistas plásticos para sus obras.

Actualmente tiene algunos puntos de ventas, le surte a arte- sanos, también asiste a bazares y pertenece al colectivo de emprendedores Kilómetro Zero (productos ambientalistas), que fue crea- do por la licenciada en Negocios, Rosana Guzmán Alcudia.

Las prendas tienen un precio entre 290 y 350 pesos. Para mayores informes pueden comunicarse al celular 9991 09 21 76.