Caída de Temer afectaría a México

MADRID.– Justo un año después de la destitución de la anterior presidenta, Dilma Rousseff, la posible caída de Michel Temer, ahora en el centro de una supuesta trama de sobornos, ha provocado el pánico en los mercados y enciende otro foco más de incertidumbre política con graves consecuencias, no sólo para la economía brasileña, que se arriesga a perder la confianza de los inversores por la paralización de las reformas estructurales implantadas por el presidente desde que asumió el comando del Palacio del Planalto, sino para toda la región latinoamericana, que difícilmente esquivaría el contagio de un ahondamiento en la recesión de Brasil.

Desde que tomó el relevo, Temer ha impulsado reformas cruciales en el Congreso. Primero se votó la congelación del gasto público para frenar el déficit, luego se aprobaron una serie de leyes de flexibilización laboral para estimular el mercado de trabajo, y a finales de este mes será votada la polémica modificación del sistema de pensiones, que establece una edad mínima de jubilación y mayores períodos de cotizaciones.

Los datos que se conocen del primer trimestre de 2017 apuntan a un avance del Producto Interior Bruto (PIB) brasileño de 1.1%. Por primera vez tras ocho trimestres de contracción, la actividad económica se expandió durante los tres primeros meses del año, según el Banco Central, pero la recuperación se ve amenazada por la marcha atrás en las reformas que supondría la salida de Temer.

En opinión de Santacruz, los más perjudicados son México, Colombia y Perú, “los países que pueden tirar del carro de Latam y que necesitan un socio fuerte y estable en la región”. A estos hay que sumar Argentina, pues, según explica Serbin, la Casa Rosada apostaba por que la recuperación brasileña ayudara a impulsar la economía propia, “sobre todo en el rubro de exportaciones a Brasil en sectores como el automotriz”.

Peligra pacto UE-Mercosur. El investigador principal del Real Instituto Elcano y miembro del Consejo Editorial elEconomista América, Carlos Malamud, va más allá y amplía la onda expansiva al Mercado Común del Sur, cuya presidencia rotativa será cedida en julio por Argentina a Brasil. La grabación que compromete la continuidad de Temer al frente del Ejecutivo se tomó con incertidumbre dentro de la cancillería, y es que el gobierno argentino teme una dilación del acuerdo político entre el Mercosur y la UE para crear un área de libre comercio entre ambos bloques, que podría cerrarse este año.

La UE tiene 750 millones de consumidores, mientras que el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) reúne 80% del PIB de Sudamérica y es una puerta de acceso a 250 millones de clientes. El investigador dice: “Si la solución a la crisis es relativamente rápida, no habrá un gran impacto”. Si se alarga, “las consecuencias para la región pueden ser graves”, advierte.

El Universal

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