El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, minimizó el paro nacional que convocó el Poder Judicial desde este jueves y hasta el 24 de octubre, el más largo de este siglo, tras recortarle fideicomisos por un total de 15,000 millones de pesos.
“No pasa nada, la verdad, no exagero, hasta salimos ganando porque solo están ahí para liberar a delincuentes del crimen (organizado) y delincuentes de cuello blanco. No imparten justicia, son empleados de las minorías, parece extremo lo que estoy planteado, pero no, ellos solo imparten justicia a los poderosos”, declaró.
El mandatario reaccionó en su rueda de prensa matutina al anuncio del Sindicato de Trabajadores del Poder Judicial de la Federación, que a partir de este jueves entró en “paro nacional en todas las secciones sindicales” tras aprobarse esta semana en la Cámara de Diputados la extinción de 13 de 14 fideicomisos de la justicia. La huelga incluye tribunales colegiados, tribunales de circuito y juzgados por lo que la importación de justicia quedará suspendida salvo en casos urgente que contemplen violaciones a derechos fundamentales o aprehensiones.
Los trabajadores, incluyendo jueces, acusan al Gobierno de López Obrador y a sus legisladores afines de afectar sus derechos laborales con el recorte de fondos, que ahora se irán de forma directa a la Tesorería de la Federación.
Pero el mandatario argumentó ayer que la extinción de recursos va dirigida a “los de arriba”, al afirmar que los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) perciben 700,000 pesos al mes. “Que estén conscientes los trabajadores que ellos no van a salir perjudicados en nada, es mi palabra y soy un hombre de palabra y los compromisos se cumplen, y si hay un trabajador que va recibir menos de su salario o se le van a quitar prestaciones, nosotros somos avales, yo soy la garantía de que no se les va a tocar”, dijo.
El episodio representa un nuevo choque entre el presidente y el Poder Judicial, al que acusa de estar plagado de corrupción y estar en contra de su proyecto político, tras invalidar algunas de sus reformas más controversiales, como la militarización de la Guardia Nacional.
Texto y foto: EFE