Médicos involucrados denuncian que la situación daña la imagen de una de las instituciones médicas con mayor reconocimiento en la Península
El conflicto legal entre la Dirección de la Clínica de Mérida y los accionistas del hospital ha sumido a esta institución en el desprestigio y puede llevarla a una crisis en su imagen, señalaron los doctores Raúl Cárdenas, Hugo Laviada y Alejandro Torre, involucrados en el problema.
Desde hace 7 años, el popular hospital privado vive su capítulo más amargo desde su fundación en 1961, luego de que el 63% de los accionistas de la Serie A de la Clínica Mérida (los socios fundadores) convocaron a asamblea con la intención de remover de su cargo al director del hospital, Luis Alberto Navarrete Ruíz del Hoyo, a quien acusaban de realizar malos manejos en el ámbito financiero.
Sin embargo, el director del hospital no concede esta reunión y en su lugar convocan a una asamblea general de accionistas para modificar los estatutos y eliminar el derecho preferente de la Serie A para designar el Consejo de Administración y la Dirección. A partir de eso inicia el conflicto legal y la historia de represalias en la que se encuentra sumida una de las instituciones médicas con mayor prestigio en la Península de Yucatán.
Raúl Cárdenas Pérez, uno de los neurocirujanos más reconocidos del estado y miembro de la Serie A de los accionistas fundadores, aseguró que las manos de Luis Alberto Navarrete se encuentran llenas de corrupción, malos manejos y en su afán de perpetuarse en el poder ha ido sacando de a poco a los doctores que no están de acuerdo con él, a pesar de que estos profesionales sean los que le hayan dado a la Clínica Mérida el prestigio ganado durante más de 50 años.
“Claro que la puede llevar al desprestigio, porque el mensaje que le está dando a los doctores que quieren trabajar allí es que tienen que sujetarse a sus caprichos y a su voluntad, que siempre será bien intencionada. Qué calidad puede esperarse de una persona tramposa, que está pensando con el hígado vengándose de nosotros por contradecirle, cuando le hemos dado nuestra vida y prestigio al hospital, que no es poca cosa”, indicó.
Por su parte el especialista en Endocrinología Hugo Laviada Molina afirmó que además de hostigarlos en el nosocomio y expulsarlos públicamente de sus consultorios, ha tratado de quitarle los privilegios legales a la Serie A, pero los tribunales le han aplicado dos reveces.
Por lo tanto, para que no sea expulsado por los accionistas fundadores interpuso amparos para alargar la resolución y que pueda seguir al frente de la clínica y tratar de expulsar, incluso con la fuerza pública a los doctores que aún siguen dando consulta.
Este es el caso del psiquiatra, Alejandro Torre Sarlat, a quien por medio de cartas y amenazas lo han querido desalojar del consultorio 205 de la Clínica Mérida solo por apoyar a los accionistas de la Serie A.
“Yo estuve de acuerdo con el grupo de Raúl Cárdenas y otros doctores, sobre los derechos que tienen de votar por la persona que debe estar al frente del hospital, siempre les ha asistido esa facultad. Bastó eso (apoyarlos) para que empiecen represalias en mi contra, la primera quitar nuestros letreros del directorio general, de la lista de internet, la pensión de estacionamiento y luego que no me envíen pacientes, porque somos enemigos de la clínica”, explicó.
La última acción tomada por el director de la clínica es la de iniciar un juicio de desalojo en contra de los doctores para sacarlos del hospital privado, amenazándolos incluso con usar la fuerza pública para hacerlo.
–Me quiere sacar un director que no debería de estar en el cargo, el problema es que como está en ese puesto puede tomar la determinación de desalojar a los que no quiere. Me ha enviado cartas para que me vaya o me mandará a la ley para que me saque, y si eso llegara a ocurrir la policía estaría haciéndole caso a un usurpador– finalizó.
Texto y foto: Roberto Ojeda
