¿CUÁL ES EL PUNTO?

ginder  Gínder Peraza Kumán

 Hoy, un fallo trascendente

Para el nuevo sistema de juicios orales que se aplica en Yucatán, este sábado 27 de agosto es muy importante, pues después de tres meses de procesos que incluyeron testimonios, presentación de pruebas periciales, alegatos y demás recursos, el Tribunal Segundo de Juicio Oral dará a conocer su fallo en el sonadísimo caso del homicidio del psiquiatra Felipe Triay Peniche.

Este caso llamó poderosamente la atención de la sociedad yucateca, en primer lugar por el alto grado de deshumanización y crueldad que implicó el accionar de los asesinos del psiquiatra, quienes, hay que subrayarlo, no solamente mataron a la víctima, sino que la descuartizaron, es decir, cortaron con una sierra eléctrica los dos brazos y las dos piernas, dejando el tronco aparte, no se sabe, porque no se informó, si con la cabeza o sin ella. ¿puede usted imaginarse mayor saña en el tratamiento a una persona? ¿A qué niveles de desprecio de la vida humana llega alguien para cometer un homicidio de ese tipo? ¿La profesión de los dos presuntos homicidas, es decir la psiquiatría, los hizo inmunes a sentimientos como la compasión, que hubieran quizá frenado su terrible conducta?

Pero no sólo esa crueldad, a la que afortunadamente no estamos acostumbrados los yucatecos, es lo que hace trascendente este caso. El fallo que debe conocerse hoy será histórico, marcará un hito en la impartición de justicia en nuestro estado, porque vendrá a comprobar o desmentir que los policías ministeriales y fiscales investigadores, que son los encargados de realizar las detenciones y recopilar la información relacionada con cada caso que llega a los juzgados, carecen todavía de la suficiente preparación para no cometer errores que echen por tierra el esfuerzo de los fiscales acusadores y, con ello, permitan que personas que son probable o evidentemente culpables, queden libres por culpa de errores, fallas u omisiones.

En el caso del asesinato del psiquiatra se ha visto, gracias a la amplia información publicada, que policías y fiscales cometieron dos o tres errores que el equipo de la defensa ha tratado de resaltar para solicitar, como ya lo hizo, la absolución de los dos acusados.

El punto es que el fallo de hoy sentará un precedente para que la ciudadanía confíe al fin, o en su caso siga desconfiando del sistema de juicios orales, que nuestras autoridades han ponderado tanto, a pesar de que la gente todavía no se acostumbra a que en vez de un castigo suficiente, muchos delincuentes –incluso homicidas– reciban sanciones leves y hasta, perdóneme usted la franqueza, risibles.

Un fallo que absuelva a los dos acusados en el caso que estamos comentando abriría interrogantes trascendentales, como por ejemplo: Si no fueron ellos, ¿quién mató y descuartizó al prestigiado profesional? Si queda impune el homicidio de alguien de la importancia del psiquiatra Triay Peniche, ¿qué pasará cuando maten a un “Juan de los Palotes”, a alguien que nadie prácticamente conoce? ¿Son realmente efectivos los programas, talleres y cursos que a toda prisa se han impartido, a fin de que to-dos los involucrados en el nuevo sistema de juicios orales cumplan correctamente su labor? ¿Cambió para bien la justicia con solamente cambiar los sistemas con que se aplica, dejando a las mismas personas que se encargaban de los procesos anteriores?

El peso que tienen sobre sus hombros los jueces del Tribunal Segundo de Juicio Oral es grande. Que su fallo de hoy sea para bien.

El grave precio del populismo.– PUNTO MEDIO informó este viernes, como prácticamente todos los medios de comunicación, del presunto asesinato de alto funcionario del gobierno de Bolivia a manos de grupos de mineros que protestaban por las malas condiciones en que trabajan desde hace décadas, y que a pesar de las promesas no cambiaron prácticamente nada con la llegada del “salvador” presidente indígena Evo Morales.

Creemos que nadie negaría que el populismo de Morales no ha servido más que para empeorar la situación económica de ese país sudamericano. Gastados discursos aparte que sólo buscan agradar engañando a la población indígena y a la clase trabajadora, el hecho es que Morales no solamente no ha mejorado la situación de los bolivianos, sino que se esfuerza por perpetuarse en el poder y convertirse en uno más de los caciques o dictadores que han padecido o padecen América del Sur y Centroamérica.

Obligatorio resulta recordar el populismo que también ha hundido a Venezuela, donde Nicolás Maduro, sucesor del también populista Hugo Chávez, ha empeorado de tal manera la situación de ese país, que ahora amplios sectores de la población padecen hambre y carencia o escasez de artículos de primera necesidad. La situación resulta deprimente en una nación que hasta hace unos años presumía su bonanza económica, sustentada en una producción petrolera que era de las más importantes del mundo.

Nunca el populismo ha hecho algo bueno en ninguna parte del planeta. Hay muchos testimonios y pruebas de ello, que los mexicanos tendríamos que tener muy presentes a la ahora de analizar nuestras opciones para las elecciones de 2017 y 2018, ¿no les parece?

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