Amante de su labor diaria como senador de la república, Daniel Ávila Ruiz compartió para Punto Medio su visión para el 2018 que, aunque está lejos, dijo, se ve en el servicio público, y por qué no, le gustaría servir a los yucatecos desde el gobierno del estado, pero el tiempo dirá. Nosotros seguimos trabajando, señaló.
Oriundo del municipio de Tizimín, definido como una persona sencilla, amante de la charrería y la música pop de los 80, el legislador federal compartió un momento de su tiempo para abrir las puertas de su corazón y vida a nuestros lectores.
Daniel Gabriel Ávila Ruiz nació el 3 de agosto de 1971. Su primaria la cursó en la escuela Manuel Alcalá y Alcalá; su secundaria, en la Miguel Barrero Palmero y la preparatoria, en la escuela Manuel Crescencio Rejón, todas escuelas públicas ubicadas en Tizimín.
¿Cómo era Daniel Ávila de niño?
-Fíjate que de niño era muy, muy tranquilo, muy tímido. Era muy estudioso…
¿De cuadro de honor?
-No tan cuadro de honor, pero sí era de 9 y 10. Me costaba mucho sacar muy buenas calificaciones. Estudiaba mucho para tener buenas calificaciones.
¿Qué le gustaba hacer de niño?
-Desde niño me gustó la charrería. Desde los 5-6 años aprendí a montar caballo, pues mi papá en Tizimín tiene rancho e íbamos en vacaciones; julio y agosto la pasábamos en el rancho trabajando, montando caballo y de ahí me nació la afición por la charrería. Mi papá es charro también. Entonces, toda mi adolescencia y juventud participé con los charros de los Reyes de Tizimín que es la asociación de ahí. Y prácticamente fue toda mi juventud la que estuve en la charrería.
¿Qué hacía en la charrería?
-Practicaba las colas, jineteaba yegua, toros… el paso de la muerte, prácticamente eran las suertes que yo desempeñaba.
Si bien su trabajo como secretario de la comisión de relaciones exteriores Asia-Pacífico le obliga a viajar, ¿le gusta?
-Sí me gusta conocer lugares coloniales, ciudades cosmopolitas, como son: Nueva York, París, Tokio… Por mi trabajo he tenido la oportunidad de viajar y representar al senado en eventos, países como: Japón, China, Indonesia, países muy lejanos. Hay países muy bonitos. Pero al final, aún conociendo lo que ya conocí de países, te puedo decir que México es lo mejor que hay. Tiene las mejores playas del mundo en el Caribe, tiene lugares tan coloniales como Guanajuato y en fin, muchos estados de la república que tiene bellezas naturales que no le piden nada ni a Japón, indonesia, Francia, ni a ningún otro país.
¿Qué música le gusta escuchar?
-Yo soy de música de los 80, música en inglés de los 80…
¿Algún artista?
-Me gusta una cantante en inglés que es Cher, me gusta como canta. Igual un español que se llama Juan Magan. Me gusta la música tranquila en inglés, la música pop de los 80. Es diverso el gusto.
¿El cine?
-¡Me encanta el cine! Es mi pasión el cine.
¿Qué género?
-De acción, suspenso, no me gustan las de terror, comedias, dramas, prácticamente de todo-.
-Me gusta tanto el cine porque en mi casa de Tizimín, con mis papás, donde vivíamos, y hasta ahorita, en frente de la casa, cruzando la calle había un cine, tenía 5 o 6 años de edad, y prácticamente nosotros como vivíamos en frente nos dejaban entrar gratis a todas las películas. Entonces, las películas del Santo, el enmascarado de plata, Blue Demon, todas esas me las sé de memoria porque entrábamos gratis. Desde ahí empezó mi afición por el cine-.
-Desgraciadamente ahora no tengo tanto tiempo par air al cine, pero cada vez que tengo la oportunidad voy con mis hijos, ahorita a ver películas de niños. Pero me fascina.
¿Comida?
-Potaje, poc chuc, relleno negro, el frijol con puerco de los lunes no puede faltar.
¿Bebidas?
-No soy de tomar. Si te tomo una cerveza cada 3 o 6 meses es mucho, si me tomo un whisky con agua mineral es mucho-.
¿Algún libro que le haya marcado la vida?
-El gran libro que me ha gustado mucho es el Conde de Montecristo. ¡Me gustó mucho! Lo leí muchas veces y me encanta.
¿Algún momento difícil de su vida que recuerde?
-El gran momento que fue un parteaguas en mi vida: era soltero, tenía mi novia, estando mis hermanas y mis hermanos, un fin de semana, me sentí mal, me dio calentura y fuimos al doctor y me dieron medicamentos. Eso fue un viernes y en la madrugada, me empecé a sentir muy mal, convulsioné y pateé a mi hermano que estaba en la otra hamaca. Despierta y me ve inconsciente, todos me bajan y me llevan a la Clínica de Mérida, estuve en terapia intensiva 15 días muy grave aparentemente fue el virus del Nilo que me dio.
-Cuando regresé de la inconsciencia prácticamente mi disco duro se reseteó, empecé a recordar cosas de muchos años, aunque tuve momento donde no me acordaba de situaciones que habían ocurrido a corto plazo. Bendito Dios no tuve secuelas.
-Esa fue una parte muy difícil que prácticamente le habían dicho a mis papás que me iba a morir. Fue el momento que cambió mi vida, a partir de eso, me casé a los dos meses y en menos de un año competí y empezó mi carrera política. Eso fue el parteaguas en mi vida. Ya tengo dos hijos, una esposa. Ese fue el momento crucial en mi vida.
¿Cómo se define?
-Como una persona sencilla. No tengo guardaespaldas ni chofer, yo manejo mi camioneta. Saludo a todo mundo, todos pensarían que un senador tiene su guardaespaldas, tres camionetas con choferes y estoy así… Estoy viniendo de un pueblo, apoyando a la gente. Soy una persona que estoy sirviendo a la gente.
¿Le gustan las mascotas?
-Un poco los perros y los caballos, por supuesto.
¿Alguna raza en especial?
–Los chicos.
INICIOS EN LA FUNCIÓN PÚBLICA
Estudió en la Facultad de Contaduría y Administración en la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), de la cual se tituló para después emprender un pequeño negocio; una pequeña fábrica de ropa para niños.
-Teniendo la fábrica tuve la oportunidad de entrar al ayuntamiento de Mérida a trabajar, cuando era presidente municipal Xavier Abreu Sierra, en la Dirección de finanzas y tesorería municipal como jefe de egresos. Ahí estuve tres años.
Sin planearlo, continuó su labor al interior de la administración municipal de la mano de la presidenta municipal Ana Rosa Payán Cervera y Manuel Fuentes Alcocer. – Con él estuve dos años y medio, igual me ratifica en el puesto de subdirector de egresos del ayuntamiento. Tuvimos casi 9 años de trabajar en la administración pública en el ayuntamiento de Mérida-.
Durante ese tiempo, Ávila Ruiz estudió la maestría en administración en la Uady, posteriormente la maestría en finanzas.
-Es en 2006 cuando decido competir por el primer cargo de elección popular que fue de diputado estatal en el distrito de Tizimín. Gano por mayoría, era mi primera elección. Fue difícil porque aunque gano no tenía un buen sabor de boca porque se pierde la gobernatura del estado y Tizimín se pierde. Fue un triunfo importante para mí, pero a nivel estatal habíamos perdido.
Tras ese triunfo, Daniel Ávila buscó la diputación federal, para después ocupar un escaño en la cámara alta del Congreso de la Unión. -Desde hace cuatro año estamos trabajando en el senado haciendo leyes en favor de los mexicanos y yucatecos.
¿Se arrepiente de haber tomado el camino de la función pública?
-¡Para nada! Yo creo que cuando sirves a la gente y lo haces con gusto no hay nada que pueda pesar. La verdad que es bonito ver la satisfacción de poder ayudar a la gente, sobre todo a la más vulnerable; a la gente de pocos recursos, a la gente del interior del estado. Estoy muy contento, me hace muy feliz el poder servirle a la gente desde la función pública.
-Si no hubiese sido político,¿qué le hubiese gustado ser?
-Yo estudié la carrera de contador público. Antes que yo entre a cargos de elección popular yo trabajé en el ayuntamiento por casi 9 años y desde ahí apliqué mis conocimientos de la carrera que estudié. Entonces, soy Contador Público de profesión.
-Me gusta el servicio público, me gusta mucho ser diputado o senador como lo soy ahora, pero también cuando se acabe el senado o deje de estar en el servicio público tengo una profesión con la que puedo salir adelante.
Tocando ese tema, ¿dónde se ve en el 2018?
-Yo me veo, primero, cumpliendo con mi función como senador de la república: trabajando, llevando los programas sociales a todo el Estado de Yucatán, sobre todo en temas de salud. Estamos apenas en el 2016, faltan dos años para esa fecha. Yo voy a seguir sirviendo a todos los yucatecos sin distinción de colores que es muy importante decirlo.
-En el 2018 yo me veo en el servicio público, siguiendo, trabajando y apoyando a toda le gente y a todos los yucatecos.
Hay un viejo dicho entre funcionarios que dice: “político que no aspira, no es político”, y el puesto más grande al que se puede aspirar es ser gobernador o presidente de la república. En su caso, ¿Es así?
-No te pudiese decir gobernador o presidente de la república, la verdad lo que he sido, ha sido bien y estoy muy contento y feliz con los cargos que he tenido: diputado local, diputado federal, senador… Por supuesto me gustaría servir a los yucatecos, a todos, desde el gobierno del estado, ¡por supuesto! Y también, a qué mexicano, bien hecho y nacido, le gustaría ser presidente de la república, servir a todos los mexicanos-.
-Creo que a todos los mexicanos les gustaría servir y no servirse. Servir a los yucatecos y mexicanos. Creo que a cualquiera. Si me preguntas, sí me gustaría servir a los yucatecos desde el gobierno del estado, pero el tiempo dirá. Nosotros seguimos trabajando -finalizó.– Jesús Gómez