El pasado viernes 1 de junio, los medios no dejaron de recordarnos que estábamos justamente a un mes de la jornada electoral. Palabras más, palabras menos, los especialistas coincidieron en la importancia de no olvidar que después de este proceso, tendremos que lidiar con las consecuencias del encono y la polarización social que dejan como saldo las campañas sucias que vemos y alimentamos todos en cierto modo, y que destilan intolerancia y sed de venganza. Llamados importantes, sin duda alguna.
Pero a nivel local considero que lo verdaderamente histórico fue haber visto ese día primero a los cuatro candidatos al gobierno del estado desfilar uno a uno, con 60 minutos de diferencia entre sí, para escuchar atentos la Agenda de las Mujeres por la Igualdad de Género en Yucatán, estructurada por un colectivo de casi 20 asociaciones civiles que trabajan en defensa de los derechos humanos de la mujer.
El Salón del Consejo Universitario en el edificio sede de la Uady fue el escenario ideal e incluyente para la firma del documento con 8 ejes de acción y 32 propuestas concretas. Los cuatro candidatos –todos varones pese a la obligatoriedad de paridad de candidaturas–, estamparon su firma y, con ello, sellaron su compromiso frente a medios y sociedad de que, en caso de ganar la votación, trabajarán para lograr:
* Transversalización de la perspectiva de género.
* Armonización legislativa en materia de igualdad y no discriminación.
* Implementación de acciones afirmativas y la paridad.
* Aumentar la presencia de las mujeres en el Poder Ejecutivo y la Administración Estatal.
* Fortalecer la Instancia Estatal de las Mujeres.
* Fortalecer la política pública dirigida a proteger los derechos de niñas, niños y adolescentes.
* Promover la incorporación del enfoque de género en el trabajo judicial.
* Impulsar una política de seguridad ciudadana con enfoque de género.
Y, ya con ese impulso, ayer miércoles 6 de junio se vivió otra jornada histórica: los cuatro candidatos acudieron simultáneamente a la invitación de las activistas e investigadoras que promovieron –ante el gobierno federal– la declaratoria de Alerta de Género en Yucatán. Gane quien gane, han dicho públicamente que le darán seguimiento al proceso, así como a la Agenda de Género firmada días previos.
Creo interesante comentar un detalle que observé en el evento: los candidatos escucharon sentados, pero en su oportunidad hablaron de pie frente a las mujeres. Los que somos muy muy atentos a los detalles de la proxémica –quizá obsesivos– notamos que un par de candidatos no dejaron su silla para hacer sus planteamientos; son de esos gestos de la comunicación no verbal que irónicamente parecen muecas.
No obstante, nada empaña hoy mi esperanza de que algún día en Yucatán el activismo por las mujeres deje de ser visto en la sociedad y el gobierno como alboroto (vocerío o estrépito causado por una o varias personas) y veamos políticas públicas que generan pleno alborozo (extraordinario regocijo o alegría). Muy atentos a que el futuro gobernante honre su palabra, recordémosle su compromiso y en lo que podamos, ayudémosle.
Por Carmen Garay.
Maestra de periodismo, con una visión clara y congruente de la actualidad y de los problemas que aquejan a nuestra sociedad.
