Por María de la Lama
¿Cómo sería el mundo si todos supiéramos lo que piensan los demás? Si no hubieran pensamientos privados. No creo que sea cierto el cliché de que “si supieran todo lo que pasa en mi cabeza, me encerrarían”, precisamente porque es un cliché: nos da risa el meme porque todos nos identificamos. Todo el mundo tiene pensamientos horribles, inaceptables, vergonzosos, socialmente (muy) incorrectos; pero son inaceptables precisamente porque nadie los dice. Todos nos sentimos impostores infiltrados en una sociedad de normales. Todos creen que ellos son los únicos. Pero si todo el mundo supiera desde siempre que los pensamientos “inaceptables” son normales, no serían inaceptables: tendríamos otros criterios para evaluar moralmente, como las acciones.
Creo que sería un mundo mejor. Mucho más simple, pero también mejor. Menos equivocaciones amorosas, menos engaños, menos mentiras. Menos líderes mesías (nos daríamos cuenta de su humanidad, tan banal). En general menos preachers manipuladores. Menos deals malos, mejores intercambios (de todo: de amor, de compañía, de productos). Un problema podría ser que estaría más difícil mentirnos a nosotros mismos. Y no estoy segura de que sea un problema: Tenemos que saber vivir con nuestras virtudes y nuestros defectos (y tratar de corregir los que podamos). Los teatritos suelen caerse.
¿Será que una pérdida sería estética? ¿Sería menos interesante el mundo? No creo. Las obras de arte seguirían teniendo mucho sentido. Y no está claro lo que significa “saber lo que piensan los demás” si ni siquiera nosotros sabemos muchas veces lo que pensamos. Tiene más sentido decir “experimentar lo que pensamos”. El caso es que el mundo sería igual de incomprensible o difícil de entender, y por eso igual de emocionante.
