El Chavo del Siete, cochinita con un sabor especial a lo largo de 52 años

Edgar Froilán Martin Albornoz se ha ganado, a lo largo de 52 años, un lugar especial en el gusto del público, que en esta temporada navideña muchos disfrutan del sabor de la tradicional cochinita pibil

A su padre lo conocieron como el Chavo, y su local en el que desde 1970 vendía cochinita pibil en el mercado Lucas de Gálvez, está marcado con el número 7, de allí el nombre del puesto de don Edgar Froilán Martin Albornoz, que se ha ganado a lo largo de 52 años de existencia un lugar especial en el gusto del público, entre los que en esta temporada navideña se cuentan muchos visitantes, que regresan para disfrutar del sabor de la tradicional cochinita pibil yucateca y una refrescante horchata.

“Tengo muchos clientes que vienen de Puebla, Cancún, Veracruz y hay uno que viene cada dos o tres meses de Tabasco, y se lleva tres o cuatro kilos”, dice Edgar, quien destaca que su padre, don Valeriano Martín, originario de Sotuta, trabajó en este puesto durante 35 años.

“El fue pionero en este mercado, aquí venían a ayudarlo mis hermanos, y yo cuando cumpli 12 años, comencé a acompañarlo cuando tenía vacaciones, la verdad me gustó mucho el mercado, y desde hace 27 años yo atiendo el puesto”, explicó Edgar Froilán, quien nos platica acerca de todo el trabajo que hay detrás de un buen taco o torta de cochinita pibil.

Desde las cinco de la tarde comienza la preparación de la carne para que en media hora se entierre la lata, allí se queda durante 10 a 12 horas, de hecho señala Edgar, que el secreto es saber darle el tiempo adecuado al conocimiento: “Hay muchas cochinitas muy buenas aqui en el mercado, pero hay una que estoy seguro que le va a gustar más: la del Chavo del 7”.

Por la mañana, una vez que ya está lista hasta la cebolla que se prepara rigurosamente con jugo de naranja agria y su toque de sal, don Edgar, quien en la actualidad cuenta con 57 años de edad, amarra en la parrilla de su moto su lata de cochinita, pasa por las barras de francés y las tortillas para dirigirse con su sabroso y aromático cargamento al Lucas de Gálvez.

Mientras tanto Edgar Jr. también se alista para tomar el camión y esperar a su padre en su puesto y ayudarle cobrando, tomando pedidos y sirviendo refrescos.

“Tengo cinco hijos, tres mujeres y dos varones, y es mi orgullo decir que gracias a este trabajo logre crecerlos y darles estudios, tengo una maestra, Jacqueline, una licenciada en Administración de Empresas, Anahí y una jovencita que está estudiando para maestra, Abril, además de Froilán y Edgar que trabaja aquí conmigo”, detalló.

“Este 24 vamos a abrir normal, pero el 25 y primero no, desde hace más de 15 años no trabajo esos días, antes si, porque mis hijos estaban chicos y era una necesidad, ahora no tengo tanta presión, solo me queda la más chica de 18 años que está estudiando”, comentó don Edgar, quien adelantó que esta noche es muy especial porque además de ser la víspera de Navidad es el cumpleaños de su esposa Belén de Jesús Villanueva, asi es que toda la familia se reunirá en casa.

“Esta noche, le damos gracias a Dios por un año más de vida, por estar juntos”, puntualizó.

Texto y fotos: Manuel Pool