Hay que preguntarnos cuántos de quienes se manifestaron frente al Palacio de Gobierno son docentes y no infiltrados. El problema de la Reforma Educativa es que presentó la parte laboral, por cierto de mala manera, y ante la cerrazón de las autoridades educativas, los profesores buscan la manera de externar su malestar, expresó Wílberth Domínguez Uribe, doctor en docencia.
Entrevistado sobre la movilización de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), el también asesor de Exani II Ceneval comentó que el magisterio reconoce que se violentan los derechos adquiridos y ganados.
Consideró que los maestros deben manifestarse en las aulas, lugar privilegiado donde puede cambiar la conciencia social y formar generaciones re exivas y creativas que de endan sus intereses y los del país.
“Por desgracia, lejos de ser benéfico para los docentes ese tipo de acciones (protestas y plantones) daña la ya de por sí mala imagen de quienes con convicción, vocación y conciencia cívica y social hemos aceptado esta noble función social la de educar integralmente a las futuras generaciones”, abundó.
Si bien los aproximadamente 1,200 asistentes a la protesta pareciera alarmante, para Domínguez Uribe representa una parte pequeña, pero no por ello menos significativa, pues hubo quienes dejaron los salones de clase anteponiendo su labor principal: los alumnos.
“Al menos es una chispa que hace ver que se está re exionando sobre la reforma, lo único que cuestionó son los medios ya que grupos oportunistas aprovechan esto para sacar partido
“Por otro lado habría que verificar si todos los que están ahí son maestros, si saben o conocen la reforma”.- Irbin Flores P.