Editorial de Peninsular Punto Medio

Lo que son las cosas: hasta periodistas mexicanos abiertamente contrarios al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no creen en la veracidad de la noticia dada a conocer en Estados Unidos, de que la campaña del 2006 recibió financiamiento ilícito o del crimen organizado.

Y es que el reportaje no cumple con el mínimo de rigor periodístico: las pruebas.

Ante ello, López Obrador sugirió que el Gobierno de Estados Unidos de América pida disculpas, no a él, sino a lo que representa. Es decir, el pueblo de México.

“Ya ayer que preguntó un periodista al Departamento de Justicia y declara alguien que está cerrado el caso, y que no me están investigando, y que no encontraron nada. Sí, pero esa es una cuestión informal, yo no acepto eso, yo lo que quiero es que el gobierno de Estados Unidos se manifieste, porque el presidente de México tiene autoridad moral y tiene autoridad política. Y si no tienen pruebas, tienen que disculparse”, dijo López Obrador en su mañanera de ayer.

Y agregó:

“El presidente (Joe) Biden debería de enterarse de eso, porque ¡cómo vamos a estar sentados en la mesa hablando del combate a la droga, si ellos o una institución de ellos está filtrando información y dañándome. No a mí, a lo que represento”.

Y el presidente siguió con sus argumentos:

“Y estos Mexicanos a Favor de la Corrupción, Claudio X. González, que reciben dinero del Departamento de Estado, cómo le van a dar dinero a un agrupamiento que abiertamente se dedica a atacarnos, se dedica a denostar a un gobierno legal y legítimamente constituido. Eso es injerencismo. México no es colonia de ningún gobierno extranjero, México es un país independiente, soberano. Si antes no hacían valer la soberanía del país es porque no había autoridad moral en los presidentes”.