El planeta sufre de tres crisis

Pese a los esfuerzos de países y activistas, el planeta atraviesa por una crisis por el cambio climático, la contaminación, la desaparición de especies y el cambio del uso de suelo en zonas protegidas

Hoy se celebra el Día Internacional de la Diversidad Biológica y en esta materia, el director de la agrupación Va por la Tierra, Salvador Castell González, declaró que el planeta atraviesa por tres crisis: el cambio climático y la contaminación, la pérdida de la biodiversidad y el cambio del uso de suelo.

Explicó que esto propiciará más ciclones, enfermedades y plagas, “estamos saliendo de una pandemia; y ahora observamos que las larvas de los moscos que dan el dengue viven más en un ambiente más cálidos, que en temperatura media o baja y esto permite un aumento de estos insectos; antes se decía que eran enfermedades de otros países y ahora se dan por acá”.

La efeméride tiene como objetivo transformar las acciones que la humanidad realiza en pro de la biodiversidad, haciéndolas más efectivas y con resultados visibles. Pero no es cosa fácil, ya que en 2021 la Unesco declaró que las actividades humanas son responsables del 75% en la pérdida de la diversidad biológica.

El biólogo marino con estudios de posgrado en biotecnología genómica, biología molecular y educación especial, indicó que en un bosque no hay solamente pinos, sino una variedad de especies,” a lo que se conoce como resiliencia comunitaria, que cuando viene una plaga daña a los pinos, pero no a los otros árboles, “esta variedad se conoce como pool o acervo genético que es la capacidad de soportar embates”.

Ejemplificó lo que ha ocurrido históricamente con  la comunidad judía, que únicamente se casaban entre ellos, pero al final tienen un deterioro genético, por lo que se requiere de una diversidad.

Dijo que actualmente el 23% de los anfibios sufren reducciones dramáticas de sus poblaciones y también se comienza a sufrir por el agua, “en el norte del país hay problema por lo que han buscado la opción de abastecerse de otros estados”.

De acuerdo con investigaciones periodísticas, hay municipios del Estado de México, donde grupos de delincuentes se han apoderado  de los pozos, acaparando la venta del vital líquido.

RECUPERACIÓN DE ESPECIES

El también columnista de Peninsular Punto Medio señaló que existen programas de recuperación de jaguares, animales que son claves para algunos ecosistemas, por lo que son conocidos como banderas, pero no sólo éstas especies deben protegerse, “en Yucatán la apis melífera, una especie de abeja, que es invasora y produce mucha miel, pero redujo a unas nativas, que no tienen aguijón, éstas se han puesto de moda, por lo que han aumentado el número de apicultores que se dedican a su crianza”.

Explicó que en Tizimín debido a la ganadería, se nota una considerable pérdida de la biodiversidad, “hay que tener en cuenta que ésta nos proporciona oxígeno, alimento, antibióticos, fármacos, energía, material de construcción, y al realizar estos cambios drásticos se pierde la proveeduría, por lo que necesitaríamos asegurar los servicios ambientales”.

Indicó que existe un manejo sostenible, por ejemplo, en Finlandia, donde el sector económico de las maderas preciosas, para compensar la tala, se impusó como regla que por cada árbol talado tienen que sembrar cinco.

Al hablar de los manglares, señaló el especialista, que estos deberían estar alejados de los asentamientos urbanos, “son zonas que están protegidas por un decreto federal; por ejemplo, en la costa norte de Yucatán existe el carbono azul, que sirve para fijar bacterias y carbono, 10 veces más que el bosque, de allí la importancia de restaurar estos ecosistemas”.

Los manglares de México representan el 6% del total mundial y colocan a nuestro país en el cuarto lugar de los países que poseen este ecosistema, tan solo por debajo de Indonesia, Australia y Brasil. Están presentes en los 17 estados de la república que tienen litoral.

En territorio mexicano el manglar ha desaparecido en 35% en el último siglo y cerca de 90% de las extensiones que quedan se encuentran con cierto grado de deterioro.

Estos ecosistemas son conocidos también como los “riñones del planeta”, tienen una función clave en la protección de las costas contra la erosión provocada por el viento y el oleaje. También forman barreras naturales contra los huracanes.

Castell González recordó  que durante un paseo por Sisal, vio que en el patio de una choza había pañales en el fondo del mar y al preguntar por qué los  tiraban ahí, le contestaron,  “para que absorban el agua; una pésima práctica utilizar algo donde hay materia fecal y orina, es una gran contaminación”.

Añadió que otro problema es satisfacer la demanda de vivienda, por lo que ve una mala planificación, ya que un buen número de casas nuevas o recién construidas están deshabitadas y “para qué construir más si están desocupadas. Otro caso es el Centro Histórico de la ciudad de Mérida, donde un buen número de casonas están en malas condiciones y que sus reparaciones por reglamento del Instituto Nacional de Antropología e Historia (Inah), tiene que ser de un tipo de material y vigas que resultan muy costosos”.

Explicó que, además, para satisfacer la demanda se redujo el tamaño de las casas y hay menos posibilidades para sembrar árboles, “en Francia se exigen los techos verdes, el problema en Mérida es que el 90% del territorio es privado. También debería haber de refugio para la vida silvestre”.

Al opinar sobre el Tren Maya, señaló que el daño ambiental no será mucho, por donde pasará, pues “ya estaban las líneas, pero los pobladores no están preparados para esto, ya que tendrán la oportunidad de hacer negocios, a lo largo del paso del tren y es allí donde habrá un crecimiento desorganizado”.

Texto: Darwin Ail

Fotos: Cortesía