En Teabo las familias se vuelcan a venerar al Cristo de la Transfiguración

El presidente de este gremio, Diego Poot Chan, comenta que la manera en la que se organizan los gremios es muy diferente a cómo ocurre en el Barrio de San Sebastián en Mérida, por lo que es importante que esta tradición centenaria de esta población se difunda y se preserve.

Así es que nos desde días antes de que sea su turno para entrar a la Iglesia, mañana lunes, las familias de los socios del gremio en este caso del de Agricultores, se reunen en la casa de la familia May Ucán para participar en el molido del arroz que utilizarán para preparar la horchata que de manera tradicional se obsequia a los asistentes e invitados, en esta ocasión, serán 86 kilos los que se molerán, mientras que las mujeres encabezadas por doña Hilma Ucán, preparan la comida, que no serán los acostumbrados tacos de cochinita pibil sino un rico lomo de cerdo.

El domingo, entre las ocho y nueve de la noche, están citados los socios para preparar sus estandartes y banderas y armar el altar del Santo Cristo, además de que se saca la carne para comenzar a guisarla al día siguiente”, dice emocionado el buen Diego, quien nos comenta acerca de la tradición de la recepción de velas que a partir de las 10 de la mañana del lunes se realiza en la casa de la familia May Ucán ubicada en la calle 25 por 24 y 26 de la avenida Yoc Chen Ab.

 

 

Los socios acuden a entregar su vela adornada con flores y cintas, además de su aportación económica para apoyar con los gastos del gremio, y hasta antes de la una y media de la tarde, que es cuando inicia el rezo del Rosario, se les sirva de comer.

Después, a las 4 y media regresan para que bailando con la cabeza de cochino, y acompañados de la música de charanga, todos se encaminen a la Iglesia para ofrendarla al Cristo.

Cabe destacar que en Teabo, es una tradición que la entrada de los gremios sea a las cinco de la tarde y por la noche, después del Rosario y la Misa, la fiesta sigue con la quema de pirotecnia, cuando la emoción se desborda con los toritos que se encienden, y luego a las diez de la noche todo mundo está invitado a bailar en la vaquería que de manera gratuita amenizará la superpoderosa orquesta de MC.

Diego recuerda cómo desde niño disfrutaba de estas fechas tan esperadas por todo el pueblo. “Mamá, Deysi Chan, nos bañaba antes de las cuatro de la tarde para luego irnos al gremio”, recuerda este joven, actualmente docente y artesano, que sigue la tradición de la familia Poot, organizando el gremio con la misma dedicación y devoción con que lo hacian su bisabuelo, don Fernando, su abuelo, don Vidal y su padre don Wilberth.

 

 

 

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