Equal pay

Por Carol Santana 

Anateayer, el equipo de fútbol femenil se colocaron como las campeonas del mundo. Megan Rapinoe y Alex Morgan se convirtieron en las favoritas del público gracias a su talento, tenacidad y por inspirar a millones de mujeres.

Y es que las jugadoras lograron movilizar e inspirar no sólo a su país de origen —en el cual el soccer no es tan popular como el béisbol o el fútbol americano— sino a todo el mundo y, por ende, a una buena parte del Internet que celebraban la representación de estas mujeres en la cancha, así como a las cronistas deportivas que narraron el evento.

No es ninguna noticia nueva que el fútbol puede ser un deporte bastante machista, en especial en América Latina y México donde los aficionados se niegan a dejar de utilizar palabras que denigran a la comunidad gay, o que pueden volverse acosadores y agresivos con las mujeres que trabajan en el ámbito.

Un ejemplo reciente es el acoso que ha recibido Marion Reimers durante toda su carrera, pero que fue más visible cuando se anunció que sería la primera narradora mujer de un partido.Y ni hablar de la hiper sexualización que las mujeres tienen qué pasar si desean trabajar en el ámbito o de los comentarios machistas y sexistas disfrazados de bromas inocentes.

El mundial femenil no sólo derribó el mito de que los deportes de mujeres son aburridos o que generan menos dinero que el de los hombres, por el contrario, los partidos femeninos generan más ingresos que los partidos del equipo masculino, sin embargo las mujeres siguen ganando menos.
Mientras que el equipo femenil de USA gana partidos y el mundial, también se han vuelto defensoras y activistas para eliminar la brecha salarial, haciendo que tengan un pago equitativo al igual que sus contrapartes masculinas.

Es por eso que uno de los momentos más emotivos fue ver a los aficionados gritar en el mundial “equal pay” o pago equitativo durante el partido.
Muchas veces hablamos de los futbolistas como héroes, y es gracias al fútbol femenil cuando por fin puedo entender a lo que se refieren. Hay todo un estereotipo de cómo las mujeres odian los deportes, y aunque hay mujeres que lo aman y quieren hacerlo una profesión muy pocas veces logran hacerlo fácilmente gracias a lo hostil que puede ser el medio.

Sin embargo, estas mujeres cada vez hacen más posible que niñas se inspiren para hacer realidad sus sueños, y que cada vez más personas se abran a la oportunidad de verlas jugar no porque son mujeres sino porque son excelentes jugadoras.

 

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.