Guillermo Ochoa no tuvo su mejor tarde bajo los tres postes de su equipo, el Granada, porque además de llevarse la derrota, el arquero mexicano fue factor para la derrota con una falla importante.
Primero, Ochoa tuvo que intervenir ante un cabezazo de Kike García y un disparo de Rubén Peña, muy flojos ambos. Pero después, Pedro León firmó una gran jugada personal y con un lejano disparo sorprendió a Ochoa, quien terminó por “comerse” el disparo que iba directo a él, para colocar el 0-1 en el marcador.
Para el segundo tiempo, el Granada intentó reaccionar. El gol del empate llegó en el minuto 76 tras un cabezazo al larguero que recogió Kravets para después firmar el empate. En la última acción del choque, el Eibar aprovechó que los locales estaban volcados buscando el 2-1 y montaron un buen contragolpe en el que Sergi Enrich superó a Ochoa en el mano a mano para dar los tres puntos a su equipo.
– Excélsior