“Esto es como un subibaja: un día tienes gente, otro día no. Habrá momentos en que no tendrás nada, pero si te das por vencido no lograrás tu sueño. Es mejor prevalecer y crecer, que cerrar y apagarte”. Este es el consejo que Pablo Giovanni Manzanilla González compartió a los jóvenes que tienen dudas para continuar con su negocio.
Él tiene 29 años y lleva cinco años dedicándose al estilismo, un arte que lo ha ido forjando, y que surgió por impulso de un amigo. A varios años de distancia, ya cuenta con su propio negocio “Salón Pablo González”, mismo que le ha dado mucha satisfacción y aprendizaje.
¿Cómo surge el amor por el estilismo?
-Realmente surgió por un amigo, Alex Ojeda, que me fue involucrando más en este ámbito. Empecé como recepcionista en un salón. No me gustaba nada de esto, hasta que poco a poco lo fui dominando, empezó a gustarme y me empecé a adentrar.
¿Cómo decides abrir tu propio salón?
-Decidí abrirlo por clientes a quienes se les dificultaba mucho ir a donde trabajaba por la disponibilidad del lugar, el horario, de ahí. Me dijeron que por qué no abría mi propio salón y fue así que surgió, por impulso de mis clientes.
¿Ha sido difícil?
-Sí, un poco al principio porque eran solo mis clientes que me habían dicho, y realmente lo abrí por ellos. Fue difícil porque tenía que invertir bastante dinero, pero lo saqué y se ha expandido el rumor entre mis mismos clientes.
-Llevo cinco años más o menos, tiempo que me ha ayudado a abrirme puertas, conocer a más gente, tener apoyo de muchísimos más compañeros, conocer más, te involucras más, vas conociendo más cosas, te abres más…
¿Qué dice la familia?
-La verdad está muy contenta, orgullosa, porque soy el único en la familia que agarró esta parte del estilismo, un arte que me ha ido forjando.
Un arte que también requiere de la psicología…
-Claro que sí, porque escuchas al cliente, te comenta, le comentas, lo aconsejas, él te aconseja. El cliente se vuelve un amigo.
Si pudieras regresar dos años, ¿qué consejo te darías?
-No dejarme llevar por los comentarios negativos de ciertas personas que están a mi alrededor y que realmente no te dejan crecer como persona, como empresario, artista, y agarrar las cosas que tu sientas que te puedan servir. No por hacer algo mal significa que te caigas, que te sirva de impulso.
¿Cómo te ves en dos años?
-Me veo con un proyecto mucho más grande, hay campo para trabajar y me veo mucho más preparado.
Texto y fotos: Jesús Gómez
