Mayakán, empresa de Grupo Engie, hizo una propuesta para pagar un millón 500 mil pesos a ejidatarios de este poblado de Hecelchakán para el uso de sus tierras por un periodo de 30 años, es decir, unos 12 pesos al año por m2, lo que ha generado indignación
Durante la asamblea ejidal efectuada en el ejido de Santa Cruz, en Hecelchakán, representantes de la empresa Energía Mayakán —que pretende instalar el gasoducto Cuxtal II— ofrecieron a los ejidatarios un pago de un millón 500 mil pesos por 30 años de uso de 28 mil 948.14 metros cuadrados de tierras.
La propuesta de 51.83 pesos por metro cuadrado, fue recibida como insultante e indignante por los ejidatarios, quienes consideraron incluso una burla el ofrecimiento. En respuesta, propusieron un pago justo de 500 pesos por metro cuadrado.
Sin embargo, el equipo de ocho abogados y asesores de Mayakán, empresa del Grupo Engie, encabezado por Antonio Segura, no aceptó la propuesta de los ejidatarios. Como forma de presión, se retiraron abruptamente de la asamblea sin emitir palabra ni despedirse. Este hecho grosero quedó asentado en el acta de la asamblea que se inscribirá pronto en el Registro Agrario Nacional (RAN).
Antes de retirarse, Antonio Segura se acercó a un reportero que cubría la asamblea, pero esparaba afuera, a quien le dijo: “lo estás tomando personal”.
Al darse cuenta de que su actitud iba a ser grabada en video, Segura dio la vuelta y, junto con su equipo, subió apresuradamente a las camionetas para retirarse del lugar. Esta es la segunda vez que rechazan a Mayakán. Anteriormente fue en Pomuch, donde les gritaron ¡Fuera, fuera!, tras la propuesta de 60 pesos el metro cuadrado, cuando los ejidatarios plantearon 500 pesos.
Asamblea
De acuerdo con la convocatoria oficial, la asamblea inició a las 6 de la tarde en una explanada al frente del local ejidal el pasado domingo, en un sitio público, con la verificación del quórum legal, logrando la presencia de 39 ejidatarios de un padrón de 52, cumpliendo así con los requisitos de ley. Se procedió a la lectura del orden del día, que incluía la presentación del proyecto, su explicación legal y la solicitud de autorización para establecer servidumbres de paso.
Durante su intervención, personal de Mayakán (encabezado Antonio Segura, líder en las negociaciones y representante de la empresa en el proceso de diálogo con las comunidades) expuso que requerían ocupar 28 mil 948.14 metros cuadrados de tierras ejidales por un periodo de 30 años. A cambio, ofrecieron a los ejidatarios un pago de un millón 500 mil pesos en total.
Esta oferta fue calificada por los ejidatarios como una burla y un insulto, por lo que de inmediato, propusieron una contraprestación de 500 pesos por metro cuadrado, lo que representaría aproximadamente 14 millones de pesos. Argumentaron que la tierra quedaría inutilizable durante tres décadas y que el gasoducto generaría millonarias ganancias para la empresa.
El asesor jurídico del ejido, Amílcar José Canul Poot, explicó que la empresa tampoco presentó de manera formal la carta de intención que establece la Ley de Hidrocarburos, documento indispensable para avanzar en las negociaciones.
Añadió que los representantes de Mayakán intentaron presionar e intimidar a los ejidatarios, asegurándoles que el proyecto se realizaría de cualquier manera y que podrían recurrir a otras instancias para forzar un acuerdo.
Intimidación
“Se percibió que ellos venían con la clara intención de que la asamblea fracasara porque no trajeron ni la carta de intención. Y desde el inicio hasta cuestionaron la presencia del asesoramiento legal al ejido. Pero ellos llegaron en grupo, aproximadamente ocho asesores, distribuidos estratégicamente, tres al frente, uno detrás del comisario, tres más en la parte lateral y uno en la parte de atrás”, indicó Canul Poot.
El comisario ejidal, Rosendo Pacab Ayil, indicó que el ofrecimiento de la empresa equivaldría a pagar apenas muy 12 pesos por metro cuadrado al año, lo cual consideraron inaceptable. “No aceptaron nuestra propuesta y abandonaron la asamblea sin despedirse. No terminaron formalmente el encuentro, lo que quedó asentado en el acta”, mencionó.
Por su parte, el ejidatario Rogerio Ayil Pec resaltó que la empresa nunca explicó las ganancias que obtendría con el paso del ducto, pero que, por el volumen que transportarían, serían sumamente elevadas. “Ellos ganarán mucho, pero a nosotros nos quieren pagar muy poco”, reprochó.
Texto y foto: Agencia