Futura Clínica de Rehabilitación Infantil militar tiene avances del 65 por ciento

Tras entregar el reconocimiento de “Soldado por un día”, al presidente de la fundación La Felicidad comienza A. C., Rafael Pinto Ontiveros, el general de brigada de Diplomado de Estado Mayor, Saúl Luna Jaimes, comandante de la XXXII Zona Militar, declaró que el hospital del Centro de Rehabilitación Infantil, tiene un avance del 65 por ciento y que de continuar así y sin imprevistos es probable que a finales del año o a principios del otro esté listo.

Entrevistado en la X Región Militar señaló que habrá equinoterapia, “para la Sedena (Secretaría de la Defensa Nacional) la clínica es un proyecto muy importante, ya que nuestro soldado es muy sacrificado, donde ven aquí se enfocan en las construcciones, pero en otros estados cuestiones de seguridad, la Sedena tiene que ver por ellos, por sus hijos.

Explicó que atenderán de toda la región que abarca Campeche, Quintana Roo y Yucatán, el hospital es regional, con la posibilidad que vengan de hasta otra zona. “El ser buen soldado se reflejará en su familia”.

Sobre el reconocimiento a Pinto Ontiveros, indicó que por primera vez escogen a una persona de la Tercera Edad, ya que se lo daban a niños que en ocasiones tienen problemas de salud por solicitud de sus familiares, “pero este año en septiembre hicimos una labor social nos acercamos a esta fundación y sus módulos son uno de los que mayor alegría pusieron, es importante este sector población”.

Señaló que fue entonces que tendrán más acercamiento con la Tercera Edad “vamos a seguir contacto el 7 de noviembre, al igual que septiembre, por ser el primer lunes para conmemorar la Revolución en Yucatán hacia la bandera, el acercamiento social, a gente de la tercera edad para que promuevan el acercamiento a que convivan con ellos y sean atendidos”.

Explicó que han tenido una excelente respuesta a este acercamiento, buena participación, aceptación y mucha alegría, han pensado que se logra que alguien cumpla su sueño, “como personas tenemos muchas ilusiones a lo mejor haber sido ingeniero, arquitecto o ser soldado y que se acerque a nosotros nos da gusto nuestra labor, somos sostén de la sociedad, el origen del batallón porque su comisión principal es estar pendiente de los fenómenos meteorológicos”.

 

 

Dijo que esto se realiza en todo el país es el acercamiento tenga con la sociedad y el niño y adulto que conviva con nosotros, ellos están a gusto y nosotros nos sentimos bien, que sigan pensando que nuestra patria superará muchos retos, mucho de seguridad, atendemos unos a otros los 3 niveles de gobierno están juntos, donde la sociedad apoya, los medios de comunicación están pendientes.

Por su parte, Pinto Ontiveros indicó que tienen ocho años trabajando a favor del adulto mayor, apoyarlos hay muchas dificultades, que te dediques a ellos, el amor que nos tienen.

“Nosotros le enseñamos manualidades, trabajo, yoga, es una pasadía, tenemos excursiones, música, el covid nos partió el corazón, mucha gente se fue, el Adulto mayor es fuerte, no lo van a acabar porque lo quieren acabar, en el 2017 fue Ciudadano del año obtuve el galardón, me siento orgulloso por obtener este galardón tengo amigos en el Ejército, soy feliz y reconocerlos a los medios de comunicación que siempre difunden, siempre trabajaré por ellos”.

Diariamente, trabajan y atienden entre 25 a 30 personas en lista a 150 personas, muchos fallecieron por el covid, otros dejaron de ir, les dan despensas, medicinas, tiene doctores en la Clínica Mérida como los doctores Alfredo Medina Ocampo y Jorge Marín, y se lo agradezco a Dios.

La fundación está ubicada en el predio marcado con el número 479 de la calle 52 entre 55 y 53 de la colonia centro.

Recordó que esto sucedió a raíz que falleció su padre, fue el maestro pintor Rafael Pinto Aranda, pude ayudarlo más, no lo desamparé, y se lo prometí ver por los adultos mayores “no lo hago por dinero, hay necesidades, pero cuando lo das con cariño, ellos son mis amigos, hay quienes se han casado en la fundación hay quienes pese a sus condiciones vinieron a acompañarme. Esto no es trabajo es hacer el bien, dar el amor”.

Dijo que estar uniformado para él es un gran honor, “me lo quiero llevar (el uniforme), desde que me puse las botas, es difícil ponérselo, lo hice con tanto amor, en los honores a la bandera me salieron las lágrimas”.

 

TEXTO Y FOTO: DARWIN AIL