El drama del doctor Fidel Francisco Sáenz Laviada, quien encontró la
muerte durante un viaje a Guadalajara, sigue teniendo nuevas aristas.
Ahora los familiares del ginecólogo podrían enfrentar problemas legales
por haber incinerado el cadáver sin que concluyeran las investigaciones
ministeriales.
Eso incluso podría favorecer al homicida o los homicidas en caso de
que la justicia de Jalisco los atrape, pues el cuerpo del fallecido médico
yucateco presentaba evidencias que podían servir durante el juicio y las
cuales ya no podrán ser utilizadas.
De acuerdo con los protocolos, cuando se trata de una muerte violenta
el cadáver debe preservarse hasta la resolución del caso.
También se enfrentaría a problemas el que haya autorizado la entrega del
cuerpo a los familiares, que al tenerlo dispusieron que se le incinerara para
trasladarlo de inmediato a Mérida.
El profesional de la salud, de 53 años, viajó a Guadalajara, pero no para
asistir a un congreso médico de su especialidad, como se dijo, sino para
un asunto de índole particular.
Versiones que se manejan indican que viajó para encontrarse con una
mujer, que podría estar involucrada en el asesinato del ginecólogo, a
quien le sustrajeron 12 mil pesos, un reloj caro y tarjetas bancarias.
El doctor Sáenz, como hemos informado,
murió asesinado en Jalisco y su cuerpo fue encontrado, envuelto en un plástico y dentro de una bolsa, en un lote abandonado en la colonia Ciudad Granjas de Zapopan.-ACOM