Ignoran propuesta de Universidad Maya

El sacerdote maya y presidente del Kuch Kaab Yéetel J-Men Mayaa’ob, Valerio Canché Yah, tiene claro dos cosas: que el gobierno no necesariamente hace todo por la preservación de la cultura maya y que son los descendientes de los mayas los que tienen la obligación de preservarla.

A cuatro años de solicitar en el Congreso del Estado una Universidad de la Cultura Maya, don Valerio sigue esperando que le hagan caso, lamentó en entrevista con Punto Medio, a propósito del fenómeno del equinoccio de primavera, que se observó ayer en las zonas arqueológicas de Chichén Itzá y Dzibilchaltún.

En el 2013, al aceptar el reconocimiento Dip. Pánfilo Novelo Martín de parte del Legislativo, Valerio Canché Yah se dijo triste porque nadie ha hecho nada por su propuesta, que en su momento causó buenos comentarios, por lo trascendente que sería su objetivo que era el de preservar la lengua maya y todo la cultura que eso conlleva.

Sobre la presencia del Dios Kiin en suelo del Mayab, Canché Yah dijo que para que se pueda ver en las pirámides fue gracias al trabajo incansable de los abuelos, que sigue siendo increíble pese a los adelantos tecnológicos de la modernidad.

“Realmente las pirámides y la forma en la que se refleja Kiin en ellas es una herencia invaluable de nuestros abuelos. Aunque actualmente, por la vorágine comercial, se da información o interpretación tergiversada, lo que hace que se pierdan los valores originales de la gran trascendencia de estos monumentos históricos del pueblo maya”, indicó.

Por eso, dijo, que es significativo que los descendientes mayas y los yucatecos en general acudan a ver el descenso de Kukulcán en el caso de Chichén Itzá y el paso del Dios Kiin en Dzibilchaltún.

“Con ello recibimos las energías para mejorarla o ampliarla con la presencia de la gente, porque cada uno tiene una mentalidad diferente y reacciona de acuerdo a lo que cree”, recalcó.

Canché Yah reconoció que la herencia maya se conserva gracias a los monumentos históricos que siguen de pie pese a los 300 años de dominio español.

 

Esteban Cruz Obando

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