Por Yoisi Moguel
Todo inicio de una nueva administración o gobierno trae consigo, al menos en teoría, una serie de cambios, que van desde la estructura hasta la imagen, pasando por funcionarios de diversos niveles que llegan para ser parte del trabajo y del compromiso, que asumió quien ostenta la cabeza del ejecutivo, de trabajar por los ciudadanos.
En el caso de Yucatán, a 4 meses del inicio de la administración 2018-2024 del gobierno del estado, que preside Mauricio Vila Dosal, a su equipo de imagen parece quedarle grande la encomienda, pues mientras dedican la mayor parte de su tiempo a resaltar la figura y persona del mandatario, han descuidado otros temas que son importantes.
Como ejemplo de la falta de atención de quienes se dicen expertos en imagen y comunicación se encuentran los directorios de algunas dependencias, que hasta la fecha no han sido actualizados y siguen apareciendo nombres de personas que ya no están en esas secretarías o direcciones.
Esta situación ha llamado la atención de otros gobiernos, dependencias y organismos nacionales e internacionales, que al intentar contactar con la persona que aparece en el organigrama para tratar o consultar algún asunto de su área, se llevan la sorpresa que ya no laboran en esa oficina.
Incluso, las secretarías son las que reciben la observación: “No es posible que no se actualice el nombre de los responsables de áreas”.
Tal parece que al equipo de imagen de la coordinación general de Comunicación Social del Gobierno del Estado le ha quedado grande ese paquete, aun cuando aseguran ser expertos en los temas para los que fueron contratados.
Estas deficiencias sólo indican que no tienen la capacidad para delegar o realizar las acciones que muestren la nueva imagen del Gobierno del Estado, aunado a que esas inacciones reflejan que los encargados del área no han hecho su trabajo de recopilar los datos generales de los nuevos jefes de departamentos o subdirectores o subsecretarios.
De igual forma la imagen que están creando de Mauricio Vila Dosal es de un gobernante egocéntrico y autoritario, toda vez que en sus eventos sólo su figura puede resaltar, olvidando que en ocasiones lo amable no quita la gubernatura.