Tras cuatro meses, don Salvador Euán Chi, de 94 años de edad, sigue a la espera que el Instituto de Vivienda del Estado de Yucatán (IVEY) cumpla con su promesa: construirle un nuevo patrimonio, aquella casa que hizo al calor de los reflectores. Para los familiares sólo queda confiar en Dios, “porque en el humano no se puede”.
El pasado 4 de septiembre se cumplieron cuatro meses de aquel enfrentamiento donde vecinos intentaron detener el desalojo del que era objeto don Salvador. Policías antimotines hacían frente a un centenar de habitantes enardecidos por el acto tan cruel que veían. Los empujones, piedras, palos y gas pimienta, no se hicieron esperar.
Aprovecharon para tomarse la foto
Por lo anterior, autoridades estatales y municipales no desaprovecharon el momento; un saludo y una promesa, eso sí, con la respectiva foto, serviría para mostrar a la sociedad su lado humanitario, pero hasta la fecha ni promesas ni saludo, todo quedó en el olvido.
No se concreta nada
Punto Medio se trasladó a la comisaría de Chablekal para conocer de viva voz los avances de aquella casa que el IVEY se comprometió a construir y en que varios mensajes aseguró al reportero estar al pendiente del caso.
En entrevista, María Magdalena Eúan Guardia, nieta de don Salvador, compartió que hasta el momento no se concreta nada. “Dijeron que sí lo iban a hacer pero nada. También dijeron que les diéramos un terreno pero qué les
vamos a dar si está en juicio. Fue donde lo desalojaron”.
Dos días en un lugar, dos días en otro…
Mientras tanto, don Salvador se la vive encomendado con sus familiares, “hace dos días con mi hermano, dos días con el otro y así está desde el desalojo”.
En cuanto a los demás funcionarios que fueron a visitarlo, Euán Guardia dijo: -Cecilia Patrón, del DIF Estatal, aseguró que nos iba apoyar pero todavía, que hasta diciembre”, siete meses después.
Por su parte, Mili Esther Uc Canché, nieta política, indicó que si las intenciones de la dependencia son las de ayudar, ya lo hubiera hecho ya que cuentan con las facilidades para hacerlo.
Añora regresar a su casa
Y es que a pesar de estar con la familia, don Salvador sabe que esa no es su casa, por lo que a diario añora regresar a esas cuatro paredes que guarda importantes recuerdos. Los días pasan y dos de sus cinco sentidos se van poco a poco , pero su alma y memoria siguen vivos. “A veces llora. A pesar de que le explicamos, no entiende, quiere su casa; quiere ir a la plaza. Dice que tiene casa pero le hacemos ver que no se puede”, expresó.
“Sólo vinieron a tomarse la foto, allá ellos. Yo dejé de trabajar. Es un ser humano, no lo puedes dejar en la calle, primero está él y primero lo que venga”, añadió.
Por lo anterior, los familiares de don Salvador confiaron en que las autoridades den pronta respuesta a la promesa que hicieron hace cuatro meses.-Jesús Gómez
