José Juan Mir Posab, comerciante en Progreso, Mérida y Baca

Al igual que muchos libaneses, José Juan Mir Posab prácticamente se vino a ciegas a Yucatán con el único propósito de trabajar para hacer un patrimonio de su familia, por lo que llegó a Progreso en la última década del siglo XIX.

Aunque el tipo de vida de Progreso le gustó, se animó a probar suerte en Mérida, donde se instaló para adquirir una casa por el barrio de San Cristóbal, donde se dedicó al comercio.

Progreso históricamente fue el principal puerto de entrada a Yucatán. Fue fundado en 1871 y se convirtió en un importante centro comercial y turístico, con un canal de navegación que permite el acceso de embarcaciones de mayor porte. Antes de que se inventaran los aviones, los barcos era el medio de transporte de pasajeros.

Durante años, Progreso fue el eje del movimiento comercial de Yucatán. Hoy en día, el puerto es un importante punto de enlace turístico, atrayendo a visitantes de diversas partes del mundo.

El puerto facilita el intercambio comercial por vías  marítimas del golfo de México y el mar Caribe. Para turistas que actualmente vienen de cruceros es el principal acceso a la zona arqueológica de Chichén Itzá.

Además, se encuentra a una corta distancia de la capital del Estado, facilitando la llegada a Mérida.

En resumen, Progreso ha desempeñado un papel crucial como puerto de entrada a Yucatán, impulsando el comercio, el turismo y el desarrollo de la región.

Al retomar a Mir Posab, en 1906 se casó con María Abud por lo que dejaron Mérida y se mudaron a Baca. En esa localidad y comunidades vecinas, José Juan y su esposa trabajaron intensamente en el ramo del comercio.

En 1920 la familia se trasladó a Izamal, donde continuaron su labor como comerciantes y poco tiempo después lograron inaugurar una miscelánea, donde toda la familia trabajó. Sus hijos fueron Badí, América, Emilia, Alfonso, Chelina, Esperanza, Jorge, Adela, Salim, Amira, Rosa María y Miguel Mir Abud.

En 1929, Mir Posab y su familia se trasladaron a Mérida, donde permaneció hasta su fallecimiento.

Datos a destacar

– Aunque el tipo de vida de Progreso le gustó, se animó a probar suerte en Mérida donde adquirió una casa por el barrio de San Cristóbal, donde se dedicó al comercio.

– Se casó con en 1906 con María Abud y en 1920 la familia se trasladó a Izamal, donde continuaron su labor como comerciantes y poco tiempo después lograron inaugurar una miscelánea, donde toda la familia trabajó. 

– Sus hijos fueron Badí, América, Emilia, Alfonso, Chelina, Esperanza, Jorge, Adela, Salim, Amira, Rosa María y Miguel Mir Abud. 

Texto y fotos: Darwin Ail