En el restaurante de la señora Leovigilda Canul Poot se puede encontrar su famoso poc chuc preparado a la leña, además de huevos encamisados y longaniza
De inicialmente vender carne pasó a ser la protagonista de una gran historia de superación. Hoy, el restaurante de la señora Leovigilda Canul Poot es referente de la cocina tradicional yucateca, y es su poc chuc, preparado a la leña, una de las poderosas razones para visitar la pequeña población de Kaua, que se ha visibilizado en el mapa gracias a la famosa “Tía”.
En días pasados fue galardonada como la mejor Cocinera Tradicional en una terna en la que estuvo acompañada de doña Evelia Arce, de Motul y la Chef Rosalía Chay, de Yaxunah, algo que, sin duda, es motivo de orgullo para esta mujer, que después de más de tres décadas de trabajo, sigue al pendiente de todo lo que ocurre en su local ubicado en la calle 11 entre 6 y 8 de Kaua, población ubicada entre Chichén Itzá y Valladolid.
En internet hay más de cinco mil reseñas que hablan de la Tía de Kaua, que de esta manera se ha convertido en una atracción turística, pues es muy apreciado tener la oportunidad de vivir la experiencia de comer en una casa del pueblo, como si en verdad llegara a la casa de un familiar.
Cuenta doña Leovigilda que con su esposo vendía carne de puerco, chicharra y morcilla junto a la carretera, y que fueron los camioneros que pasaban los que comenzaron a pedir comida preparada, y fue entonces que comenzó a preparar su tradicional poc chuc, que es la especialidad de la casa.
Fue en septiembre de 1990 cuando en la casa se colocaron unas mesas para atender a los comensales que se han multiplicado, por lo que ha sido necesario además de tener palapas de paja, colocar toldos en el terreno para atender al público que toda la semana y en especial los domingos pone a prueba la capacidad del equipo que acompaña a La Tía, que a pesar de su edad, dice convencida “no me quiero retirar”.
Tampoco le gusta la idea de llevar su restaurante a Cancún o Mérida, pues se niega a abandonar su tierra, su casa, donde se siente bendecida por Dios, aun- que eso sí, acepta encantada las invitaciones que le hacen para ir a pasear a las fiestas.
Y aunque en el menú se ofrecen huevos encamisados y longaniza, en verdad estos son complementos para el poc chuc, carne de pierna y lomo salada y sin grasa, que se cuece con manteca de cerdo sobre un comal que es calentado con leña, donde a la tortilla hecha a mano con el calor le sale su hollejo, el cual se levanta para meterle un huevo, que es conocido como encamisado.
“Yo hago mi nixtamal, preparo mi Frijol, prendo la can- dela para asar los tomates, la cebolla y el chile”, dice contenta doña Leovigilda, quien es feliz recibiendo a sus comensales que provienen de diversas partes del mundo y que a su retorno a Cancún o la Riviera Maya pasan a disfrutar de estas delicias y al finalizar suben sus fotos a sus redes sociales.
Los comensales coinciden en que la carne en poc chuc que prepara la Tia tiene un sabor muy especial que le da el humo y que su textura es suave, y acompañada de su frijol “kabax” y su chiltomate es todo un manjar.
Por cierto que debido a la fama que ha logrado La Tía, en Kaua y hasta en poblaciones cercanas han surgido muchos establecimientos dedicados a esta especialidad como el Tío Manolo, la Tía Polok, además de la Auténtica Tía de Kaua, situación que a doña Leovigilda no le afecta ni le molesta, ya que con mucha modestia se limita a decir que “cada quien”.