Libertad auténtica

Roberto Dorantes
robertodorantes01@gmail.com

La libertad es una realidad que no podemos negar, de los principales derechos humanos por la cual se sostiene un auténtico sistema de justicia.

La cuestión es cómo ejercemos una libertad auténtica, para responder esta interrogación, sale a la luz un texto paulino que nos dice lo siguiente sobre la libertad: “para la libertad nos ha liberado Cristo. Mantenerse, pues, firmes, y no dejen que vuelvan a someterse a yugos de la esclavitud. Pues han sido llamados a la libertad, ahora bien, no utilicen la libertad como estímulo para la carne, al contrario, sean esclavos unos de otros por amor. Porque toda ley se cumple en una sola frase, que es: amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

El apóstol señala que la esclavitud consiste en el yugo de la carne, no hace mención de la privación de libertad física a través de las cadenas o cárceles.

La auténtica libertad es espiritual, ser libres consiste en no dejarnos llevar por las pasiones, entiéndase pasión como todo aquello que va en contra de la integridad misma y de los demás, esto queda sujeto a la autoconciencia del individuo.

La filosofía enseña que como individuos somos libres cuando vivimos la espiritualidad del alma, la responsabilidad de las acciones humanas, las obligaciones morales, la virtud desinteresada, la dignidad de la justicia, la belleza de la caridad y fuera de los límites de este mundo muestra un Dios, autor y modelo de la humanidad que luego de haberlo creado, evidentemente con una excelente finalidad, no la abandonará en el desarrollo misterioso de su destino.

Michelle F. Sciacca, al hablar sobre la libertad afirma que esta consiste en la aceptación de los límites de la condición humana y el deber de realizarse como persona. La libertad no debemos reducirla en el ámbito psicológico, para su comprensión total debemos ahondar el aspecto metafísico también.

Por eso Sciacca escribe que cada hombre, aceptándose a sí mismo y el “dato que es”, se hace libremente como quiere, sobre la base de lo que es. “En esto reside la superioridad del hombre el resto de la naturaleza, la libertad, que consiste en elegir objetivamente el modo de corresponder siempre al ser”.

Esta libertad se adquiere por la autoconciencia, por la interioridad objetiva, pues de este modo cada hombre toma conciencia de ser criatura y, en consecuencia, de ser una síntesis de finitud e infinitud. Entonces vive en sí mismo la tensión a trascenderse sin la posibilidad de conformarse con lo alcanzado y sin encontrar la paz mediante la posesión de ningún bien finito.

La conciencia ilumina a través de la objetividad de la verdad, que le hace capaz de verdad y bien, capaz de pensamientos inmortales y de aspirar a Dios sin pretenderlo, el hombre es persona, siente, piensa y quiere como persona. La libertad plena consiste en la elección del bien sumo e infinito que lo colma de paz y felicidad.

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