La diputada local, ex secretaria de Estado, ex diputada federal y un número interesante de responsabilidades de representación ciudadana y en la administración pública, la Antropóloga Beatriz Zavala Peniche sigue siendo la gran incógnita en el Poder Legislativo. Todo que de ella se esperaba, en opinión de compañeros de partido y seguidores de las cuestiones políticas, simplemente no ha llegado. Parece que está metida en andar con bajo perfil y ser parte de los acuerdos a toda vista imaginables por el respetable.
La experiencia en varios aspectos de relevancia nacional, entre ellos el social, el manejo de consensos en el más alto nivel, la hacen ver, ahora, de baja estatura política. Ni en la línea directa de iniciativas de impacto, esas que dejan huella por siempre se han podido palpar. ¿En dónde quedaron esos discursos encendidos señalando lo correspondiente con la sustentada argumentación?
Hay una Beatriz Zavala Peniche en el panorama local, más bien cómodo, prudente. Algunos agregan que no hay que olvidar que además de su larga carrera; también es una mujer de empresa que podría estar negociando factores de beneficio para mantener los niveles de empleo, por ejemplo, o, bien, quizá, con tanta movida al interior del PAN en su contra, ya prefiera dejar que pasen las cosas como es la moda. Al fin, así no pierda nada, pero sí puede ganar mucho.
Al paso de cuando menos las 3 últimas legislaturas se ha visto ese ambiente de camaradería y buen ánimo entre los diputados de todas las corrientes. Y no es que sea malo, de ninguna manera. Más bien, quizá ya esté marcando la nobleza en el comportamiento de nuestros representantes populares en Yucatán. Todo es válido. Pero, en este caso en especial, llama la atención la ruta tomada por la también ex Senadora Zavala Peniche.
Aclaramos, no es que sea malo, simplemente se va observando una nueva forma de desarrollar su presencia legislativa y el cómo hacer política. Interesante a todas luces. Habrá que seguir la pista, para tener más elementos de análisis de un personaje importante en el medio del poder público. La esencia política en todo momento nos trae sorpresas unas gratas y unas no tanto para sus protagonistas. Este hecho, nada más es uno de ellos. Pendientes todos.
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Se comenta ahí en la capital de la República mexicana que el Senador yucateco, Emilio Gamboa Patrón, el buen primo de don Patricio Patrón Laviada ex Gobernador de la entidad, recibió una serie de felicitaciones por los logros obtenidos en este calendario del 2015. Esas menciones son de las más elevadas que se puedan conseguir en el plano nacional, por la o las personas que se las expresaron.
Con ello, aseguran, el experimentado Gamboa Patrón asegura el seguir gozando de esa salud de la Superioridad hacia su persona. Es útil en el manejo de temas de sobrada importancia. En asuntos de consejería internacional y de la gama con los hombres de negocios. Además de que se ha sabido meter en el ánimo de sus compañeros líderes de otras fuerzas políticas. Sabe su trabajo en Senador, lo ejecuta y no deja además de estar pendiente del desarrollo de las movidas en el tablero político de su entidad de nacimiento.
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Bueno, y, otro que va a paso veloz, bien estructurado, aliado de varios destacados priistas de Yucatán, es el también Senador Daniel Ávila Ruiz, quien ganara esa posición por mayoría. Que ese hecho no para nada menor. Es prácticamente un ensayo de lo que podría simular una elección estatal o similar a Gobernador, por el universo que vota por esa opción federal. Ganada a pulso, la va sosteniendo con aspectos vigentes no solo en su acostumbrada gestoría, también adentrando a temas compartidos con grupos contrarios del mismo PRI o bien lo que él va perfilando para obtener acertado posicionamiento.
A pesar de no contar con una plataforma en la ciudad capital de Mérida las transversales en el empuje de votación le permitieron medir el comportamiento de las masas territoriales y analizar a profundidad la manera de conseguir una suma interesante de votos. No es un secreto su amistad y consenso con gente del PRI; pero tampoco es un secreto su velado interés por la gubernatura de Yucatán para el 2018.
En tanto Ávila Ruiz hace lo indicado, trabajar y trabajar, los tiempos y las circunstancias han sido bondadosos en su carrera política. Así que un prospecto real para el Poder Ejecutivo acaba de ser nombrado como presidente de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión. Aquí, va desde luego, el estar pendientes.
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Como se ha asentado en su momento, siempre desde el Senado de la República, Angélica del Rosario Araujo Lara, como primera minoría de Yucatán para esa opción al perder en el juego de votos, sigue avanzando con ese empuje demostrado en sus labores parlamentarias. Una mujer preparada, hábil, que sí ha estudiado y sigue aprendiendo.
La ex presidenta municipal de Mérida por el PRI, ha consolidado esa muestra de la perseverancia. Con un estilo distinto. Acorde a su investidura y representación. Se cuida. Maneja las cosas con prudencia. Ha retomado acuerdos de comunicación. Escucha y hace caso de sus aliados y aliadas. En la central de su equipo se le reconoce por su verticalidad, pero también por su firmeza.
Hay casos de clara recomposición exitosos, éste podría ser uno de ellos. Tomar los temas completamente ajenos a lo que no se viera bien del pasado. Y, aplicar nuevas rutas de las tantas que se pueden conducir en la amplia carretera de la distancia entre una prueba y otra. Hoy, está en el Senado, lo tiene que aprovechar. Para el mañana, contará el trabajo presente, el ordenamiento establecido y algunos factores corporativos; pero que, por ella, seguramente no parará con la luz verde por delante, según entendidos Ivonnistas de corazón.
