Llaman a prevenir el alcoholismo

Este año se registra una reducción del 15 a 20% en el Estado, por lo que el director de los Centros de Integración Juvenil en Yucatán, Víctor Roa, declara que se deben intensificar campañas para que las personas no tomen a temprana edad

Tras un buen indicador, ya que se bajó entre un 15 a 20 por ciento el consumo de alcohol en los últimos años, para el director de los Centros de Integración Juvenil en Yucatán, Víctor Roa Muñoz, es importante fortalecer las campañas preventivas como la de “No está chido que niñas y niños adolescentes beban alcohol”, en el que uno de los objetivos es retardar la edad de inicio, pues no es lo mismo que un niño de 11 o12 años inicie el consumo a un joven de 20 o 22.

Entrevistado en uno de los Cijy, ubicado en el centro de la ciudad, indicó que, aunque si bien es cierto a los 18 años adquieren la mayoría de la edad, están saliendo de la adolescencia y su cerebro todavía no ha terminado su proceso de desarrollo y maduración, por lo que retardar la edad de inicio es mucho mejor y también se busca que las personas empiecen a beber de manera responsable.

Otro aspecto a considerar es el notorio incremento el consumo de alcohol en mujeres.

“Hace una década, la proporción era de 13 hombres por cada mujer y hoy es cuatro hombres por cada mujer, se ha reducido la diferencia y en el caso de los jóvenes de 17 a 25 años los hombres y mujeres están bebiendo por igual”, expresó.

También habló que el centro, junto con otros colectivos, busca tipificar que la sumisión química sea un delito, e incluso han tenido un acercamiento con el diputado panista Víctor Hugo Lozano Poveda, quien presentó una iniciativa de ley.

Explicó que la sumisión química es un problema viejo con un nuevo nombre, en otros países llevan años trabajando, que tiene que ver cuando una persona administra una sustancia psicoactiva, principalmente alcohol u otras drogas, a otra persona sin su consentimiento o conocimiento, principalmente para abusar sexualmente.

“Ante este problema las víctimas lo viven de una manera silenciosa, las víctimas se sienten culpables, no sólo es el impacto a la salud física porque se habla de violaciones, infecciones, inclusive de embarazo, el daño emocional y psicológico cuando quieren poner una denuncia se les revictimiza o se les culpa que provocaron esta situación”, apuntó.

Los colectivos participantes son: el Frente por los Derechos de las Mujeres en Yucatán, Alternativa en salud y desarrollo A. C., Kóocay Ciencia social alternativa A.C, Reflexión y acción feminista, Yaxché y Asociación Mexicana para la Igualdad de los Derechos.

Al retomar el tema del alcoholismo, enfatizó que Yucatán es un estado bebedor fuerte, por la cultura principalmente, y ha estado en los primeros lugares a nivel nacional por consumo per cápita en personas de mayores de 20 años, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición. En base a los casos intoxicados que llegan a los servicios de urgencias médicas, en este año y en el anterior los servicios de salud reportaron una ligera disminución, aunque aseguró que no hay que confiarse ya que la encuesta en los municipios las personas bebedoras se escapan a este tipo de ejercicios, lo que es un problema grave en los municipios.

Dijo que no hay que olvidar que algunos de los consumidores de sustancia consumen más de una, ya que puede ser marihuana, cigarros y llegan a tener una de su preferencia.

“En 2021 el 60 o 65 por ciento consumía alcohol, en la pandemia hubo casos en Yucatán que murieron por ingesta de alcohol adulterado, igual que en Veracruz o Puebla, es un indicador que hay un consumo fuerte, porque las personas consumidoras no acataron ni aceptaron la prohibición o los horarios establecidos de la venta de alcohol y buscaron en los clandestinos donde se vende alcohol adulterado”, explicó.

Aclaró que una persona puede beber diario y no ser alcohólica, el problema es la cantidad, sobre todo cuando se pierde el control. Una característica de la población mexicana es que no bebe todos los días, pero cuando beben lo hacen de manera explosiva, en grandes cantidades, y las repercusiones para la salud física, emocional.

Además, afecta otras áreas de las vidas de las personas ya que puede generar violencia, accidentes viales y los daños a la salud, no es lo mismo tomar moderadamente a grandes cantidades.

Recordó que el pasado 15 fue el Día Mundial sin Alcohol y el Día Nacional contra el Uso Nocivo de Bebidas Alcohólicas, donde se busca la cero tolerancia al consumo de alcohol a menores de edad, con la campaña “No está chido que niñas y niños adolescentes beban alcohol”.

Actualmente 20 millones de personas en el país tienen problemas serios de alcoholismo y, de estos, cinco millones son adolescentes.

Las leyes prohíben la venta de las bebidas alcohólicas en teoría, pero en la realidad es otra cosa. Con la campaña es sensibilizar a los adultos para no darle alcohol a los menores, desde los expendios, los antros, desde las reuniones familiares donde hay una tolerancia familiar y social con respecto al consumo de alcohol.

En cuanto a la edad de inicio de beber alcohol en Yucatán, el 60% de los pacientes se inicia entre los 13 y 19 años de edad, pero el promedio nacional del inicio es a los 11 años.

Refirió que uno de los factores de riesgo es la accesibilidad y la disponibilidad, y actualmente existen demasiados expendios y bares, sabemos que el alcohol es una droga social y culturalmente aceptada, que hay una reglamentación que en ocasiones no se respeta, que el expendio esté a cierta distancia de escuelas que en ocasiones no se cumple; con respecto a los horarios esto se respeta, las cervecerías traen una campaña de moderación y de beber de una manera responsable, pero en fechas significativas hay promociones y se promueve la compra en grandes cantidades.

Roa Muñoz señaló que es difícil cuando los papás son bebedores, hay que apostarle a la prevención, principalmente en la secundaria que se inicia el consumo experimental y social del alcohol, ni se diga en la preparatoria, por lo que hay que fortalecer los programas preventivos, es cierto que los papás abusan del alcohol , pero los hijos no deben copiar o seguir el mismo patrón, hay que trabajar en la responsabilidad de los jóvenes para que puedan aprender a beber de manera diferente, esto es un gran reto, quizás con los adultos se pueda hacer poco.

Dijo que se tienen dos herencias: una que es genética, que son los familiares, hay una predisposición, y la otra herencia es la cultural, la mayoría de los eventos significativos tienen por costumbre a un invitado especial que no falta que es la cerveza y el alcohol, cuando se puede divertir sin esto.

Aclaró que no es prohibir el consumo ya que puede tener un efecto inverso, la finalidad si les gusta beber es que lo hagan de manera moderada.

“En el Centro tenemos programas para que puedan beber responsablemente sino tienen un problema de adicción, ya que este tiene que abstenerse porque no pueden controlarse”, agregó.

Sobre la sumisión química, argumentó que se busca visibilizar la problemática para que las mujeres se protejan, se cuiden y tengan el conocimiento de esta práctica en los jóvenes que van con la intención de drogar o anestesiar para cometer una violación.

Texto y fotos: Darwin Ail / Agencias