Los cinco juguetes yucatecos desplazados

Desplazados por el internet y los teléfonos inteligentes se encuentran los tradicionales juguetes yucatecos. En la memoria colectiva de ciertas generaciones están grabadas horas de juego con amigos con diversos de ellos, a propósito del próximo Día del Niño.

Hoy viven en el imaginario de cientos de personas aquellos juguetes que marcaron la infancia antes de que los “smartphones” y la tecnología dominaran la atención de los niños, que hoy difícilmente los emplean. Y aquí te presentamos para recordar cinco de ellos, originarios de esta entidad.

El Tinjoroch

Tan solo se requería de una cuerda, una madera circular o bien, un corcholata de bebida que debía ser aplanada. La dinámica de este juego consistía en hacer girar la tapa o madera y ganaba quien tardaba más tiempo haciendo girar la pieza.

La kimbomba

Muy parecido al béisbol, pues había dos equipos, uno “servía” y el otro “atacaba” corriendo entre las cuatro bases para anotar una carrera. Consistía en una pequeña pieza de madera “afilada” en forma de cono por ambas partes y en el lugar de bate se empleaba otra madera. Con ella se golpeaba un extremo de la madera y cuando se elevaba se conectaba un segundo golpe, buscando hacerla llegar lo más lejos posible.

Tirahule

Se trataba básicamente de una madera o algún material sólido con el que se pueda dar forma de una figura en “Y”, a la cual se le ataba de ambos extremos superiores una goma o material de hule que permitía la elasticidad. En el extremo opuesto había un soporte, para colocar algo que desee ser lanzado a distancia. Principalmente papel, e incluso piedras. No es exclusivo de Yucatán. En otros estados se le denomina “resortera”.

Palitos chinos

Básicamente cada jugador tenía un “palito”, el cual era colocado de forma vertical en alguna pared. Cada participante tenía un turno con el cual lanzaba una pelota para romper uno de esos palitos. El dueño de la pieza fragmentada debía “cazar” a los demás que se echaban a correr inmediatamente después del tiro.

Tamalitos a la olla

Se consideraba dos equipos compuestos por varios integrantes. Un equipo colocaba a un miembro de pie y de espaldas a la pared o algún soporte. Los restantes armaban una cadena humana con todos sus integrantes para simular un gran “banquillo” humano. El otro equipo saltaba sobre el primero, para montarlo mientras los de abajo intentan tirarlos con el movimiento. Ganaba el equipo que mantuviera a más miembros sin ser derribados.

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