El papa Francisco afirmó hoy que los católicos divorciados que inician una nueva unión no están excomulgados y que "forman parte siempre de la Iglesia".
"La Iglesia sabe bien que tal situación contradice el sacramento cristiano, pero con corazón de madre busca el bien y la salvación de todos, sin excluir a nadie", afirmó el pontífice argentino durante la primera audiencia general celebrada después del verano, citó DPA.
"Es necesario una fraterna y atenta acogida, en el amor y en la verdad, hacia estas personas que en efecto no están excomulgadas, como algunos piensan: ellas forman parte siempre de la Iglesia", dijo Jorge Mario Bergoglio. "La Iglesia no tiene las puertas cerradas a nadie", aseguró.
Los católicos divorciados que vuelven a casarse no pueden recibir la comunión, aunque algunos sectores de la Iglesia piden que esa situación se modifique. Este será uno de los temas que se aborden en el sínodo sobre la familia que se celebrará en octubre en el Vaticano.
"Si se mira la nueva unión desde los hijos pequeños vemos la urgencia de una acogida real hacia las personas que viven tal situación. ¿Cómo podemos pedirle a estos padres educar a los hijos en la vida cristiana si están alejados de la vida de la comunidad?", apuntó Francisco.
Según el papa, la Iglesia "siente el deber de ‘discernir bien las situaciones’, diferenciando entre quienes han sufrido la separación y quienes la han provocado".