Ser candidato independiente a cualquier cargo de elección popular se convirtió en una moda que, todavía no se aprecia, será pasajera o servirá de nuevo modelo para el futuro de la democracia mexicana.
La efervescencia que ronda alrededor del tema es inmensa y los aspirantes, en este caso a la candidatura presidencial, disfrutan de su momento, hacen planes y proyectan unificarse alrededor de uno de ellos, el mejor posicionado.
Algunos de ellos participan en grupo, mostrando una solidaridad que llegado el momento, tal vez, ya no sea tanta y devenga en lo de siempre, golpes por debajo de la mesa, guerra sucia y desacreditación del adversario.
Y es que dentro de los llamados independientes no parecen serlo tanto, ya que se encuentran varios de ellos (los principales) que se pueden catalogar como políticos, ya que como tales han ocupado cargos de elección popular.
Es cierto que quien se asume como la cabeza de los independientes es Jaime Rodríguez Calderón (El Bronco), quien transmite sus experiencias del cómo consiguió ganar los comicios en Nuevo León, bajo esa figura y enfrentado las maquinarias priista y panista.
Sin embargo, por el momento los consejos, estrategias y experiencias de Rodríguez Calderón no parecen servir de mucho a los candidatos que con la bandera de independientes compiten en los comicios del cinco de junio.
Ninguno de ellos, con la excepción, tal vez, de José Luis Barraza, en Chihuahua, guarda posibilidad alguna de triunfo y las de El Chacho son pocas.
De ahí que con vistas al 2018, la estrategia que apliquen deberá cambiar, si no quieren correr el mismo riesgo de ser desplazados por los abanderados de los partidos políticos.
Por el momento, los supuestos independientes se mantienen hermanados, ya que saben que uno de ellos no es aspirante, de ninguna manera a la Presidencia de la República.
Se trata de Enrique Alfaro, alcalde Guadalajara, quien mantiene la mira puesta en el gobierno de Jalisco que se le escapó de las manos hace cuatro años por menos de cuatro puntos porcentuales. Alfaro es impulsor de la candidatura independiente, aunque él compite con los colores del Movimiento Ciudadano y antes lo hizo por Convergencia.
Los otros participantes en el movimiento impulsor de la candidatura presidencial independiente si desean la nominación: Miguel Ángel Mancera, Jaime Rodríguez Calderón y Jorge G. Castañeda.
El primero de ellos, trae como cobija protectora la candidatura del PRD, un partido que de no llevarlo como abanderado no aspirara a competir por nada, con todo y que los bonos del Jefe de Gobierno están por los suelos, pero les garantiza cuando menos llegar a los dos dígitos de votos.
Mancera resultó una decepción como gobernante y su popularidad está a la baja en un descenso en picada, por lo que usa como paracaídas de protección la eventual candidatura presidencial.
El Jefe de Gobierna debe estar consciente de que sin importar si es candidato independiente o del PRD o, hasta de las izquierdas (con excepción de MORENA), le sacarán a todos los muertos del clóset.
Su inoperancia como gobernante quedó de manifiesto ante su pasividad para frenar las marchas, mientras los automovilistas son sancionados con las contingencias que parecen enfocadas solamente a ellos, mientras el transporte público transgrede todas las normas establecidas. La Línea 12 del Metro, la incapacidad para contener la delincuencia y la violencia, los abusos cometidos por algunos de sus colaboradores, lo vanidoso que se ha vuelto el Jefe de Gobierno y todos los pendientes que deja su gobierno, serán armas demoledoras en su contra.
Jaime Rodríguez Calderón enfrenta una situación similar. En Nuevo León se dice que de Bronco pasó a ser un simple Pony, que no cumple con sus promesas de campaña y que se encuentra dedicado en cuerpo y alma a buscar la candidatura presidencial.
El Bronco no responde, hasta el momento, a las expectativas de la ciudadanía que confió en su oferta de campaña y esta se quedó en una plataforma de promesas incumplidas, que van desde la no ejecución de acciones penales contra los supuestos abusos de la administración pasada, los mismos que Jaime pregonaba en campaña.
Tampoco lo hizo llevando gente confiable a su gabinete, al que ya renunciaron varios de sus colaboradores, mientras otros son sospechosos de malos manejos y de acciones fraudulentas del pasado y del presente.
A diferencia de Mancera que nunca ha participado como militante de un partido, El Bronco fue un priista de mediano rango, hasta que decidió renunciar para participar como candidato independiente, inaugurando la etapa de los candidatos triunfadores.
Jorge G. Castañeda es promotor de las candidaturas independientes, por las que viene pugnando desde hace varios años. El formó parte del gabinete de Vicente Fox Quesada, en su calidad de secretario de Relaciones Exteriores, aunque no militó en Acción Nacional.
Para él, la candidatura independiente sería la culminación de la gesta que viene impulsando, aunque tal vez no re3sukte un candidato atractivo para la gente, por su fama de vanidoso, mundano y ególatra, sin olvidar que es una académico reconocido y con capacidad.
Es cierto que hay otros personajes que juegan con la bandera de independientes, pero muchos de ellos no convocarían a votar por ellos ni siquiera a sus familiares y otros, como Juan Ramón de la Fuente, pretenden la mesa servida y que le garanticen que ganará, además de que le rueguen para competir en esta eventualidad.
Margarita Zavala, la única mujer en esta tesitura, esperará a que su partido le cierre las puertas para solventar si participa o no como aspirante independiente.
En fin, ser candidato presidencial independiente se convertirá en uno de los temas importantes a debatir en los próximos 18 meses. Email: ramonzurita44@hotmail.com Email: zurita_sahagun@hotmail.com