El maestro Alfonso Lara Cauich recibe un reconocimiento por 50 años de labor docente
El pasado jueves 18 de mayo el maestro Alfonso Jesús Lara Cauich recibió de manos del gobernador Mauricio Vila Dosal y del secretario de Educación estatal, Liborio Vidal Aguilar, la medalla “Pablo Moreno Triay”, por 50 años de servicio.
Acompañado de su esposa, la señora María de la Cruz Chi Ek, sus hijos y hasta su nieta Keyla, el profesor, actualmente con 73 años de edad, llegó hasta el Centro de Convenciones Yucatán Siglo XXI, donde el equipo de Peninsular Punto Medio platicó con los integrantes de esta familia, que es ejemplo de superación, constancia y dedicación.
“Siento mucha emoción y alegría porque mi esposo cumplió 50 años de trabajo, de esfuerzo, su familia no tenía los recursos para pagar sus estudios, y él solo buscó la manera de lograr una beca, y para eso fue necesario que se fuera lejos”, dijo la señora María de la Cruz, quien nos platicó que el maestro Alfonso inició su carrera en Huatla de Jiménez, un municipio ubicado en la sierra del Estado de Oaxaca.
“Fue en esos momentos cuando nos casamos, pero yo me quedé en casa de mis padres en Hopelchén, mientras se daba la oportunidad de su cambio de plaza y que regresara”, comentó la señora María de la Cruz, quien procreó con el maestro Alfonso cuatro hijos, iniciando por el ingeniero Henry, la contadora y maestra Suleyma Arlene, Lorena quien es licenciada en administración de empresas y Shirley que se especializó en sistemas computacionales.
“Es muy bonito tener a la familia unida. Como todo en la vida, tenemos altibajos porque somos seres humanos, siempre digo que así somos los terráqueos; mi agradecimiento por siempre será a toda mi familia porque me han dado muchas satisfacciones, todos tienen su carrera. Después de estar por Celaya y Oaxaca, regresé para cumplir la palabra que había ofrecido, me casé y vivo feliz”, dijo el maestro Alfonso, quien nos platicó cómo se decidió a abrazar la carrera magisterial.
“Mi motivación para ser maestro comenzó cuando llegaron a Hopelchén, mi pueblo natal, unos practicantes de la Normal de Hecelchakán, yo era entonces un niño, estaba en la primaria, ese grupo, en el que estaba mi primo Tomás Dzul Lara, organizó un torneo de básquetbol y hasta un festival con el que se despidieron de la comunidad bailando la Danza de los Viejitos”, recordó el docente, quien comentó que hace poco tuvo la oportunidad de reencontrarse con el primo, el también maestro Tomás, que ahora vive en Durango y con quién recordó muchas anécdotas de la vida.
“Estudié la secundaria en Maxcanú y allá tuve un buen maestro, Janitzio Durán Castillo, quien nos daba clases de historia y siempre me motivó a seguir adelante, no pude entrar a la Normal de Hecelchakán porque hubo un cambio en el programa y ya no había becas, así es que con un amigo gestionamos con el gobernador de Campeche, Carlos Sansores Pérez, boletos para irnos a la ciudad de México, allá nos canalizaron a un internado en Huichapan Hidalgo, cerca de Querétaro, donde estudié dos años”, recordó.
Después de ganarse una beca por sus calificaciones, el joven Alfonso terminó su vocacional en el Politécnico de Roque Celaya, donde luego ingresó a la Escuela Normal para que luego, una vez graduado, iniciara su labor docente en Oaxaca, donde permaneció 10 años, para luego ser enviado a Acanceh.
“Llegué a la escuela secundaria técnica número 13, allá hice más de 30 años, luego concursé y gane mi Plaza de subdirector y luego la de director; ya tengo 18 años con esta responsabilidad en la Secundaria Técnica 61 de San José Tzal”, apuntó el maestro, quien por el amor que le tiene a su labor, aún no tiene planes para jubilarse.
“Mi papá es el primero en llegar a su escuela, desde antes de las seis y media de la mañana, está recibiendo a los maestros y alumnos, y es el último en retirarse, siempre motiva a los muchachos y a los maestros jóvenes compartiéndoles experiencias y dándoles consejos, si hay algún niño que tiene algún problema familiar él interviene”, dijo Lorena, quien destacó que su padre siempre les ha motivado ella y a sus hermanos a hacer lo que les gusta, y a esforzarse por siempre dar el extra y ser ejemplo en sus profesiones, y de la misma manera se dirige a los jóvenes que aspiran a ser maestros
“Yo siempre les digo a los practicantes que tengo de la Normal Superior que si realmente quieren ser maestros deben prepararse bien para que lleguen al alma y al corazón de sus alumnos, de los niños, que sean inspiradores”, comentó con lágrimas en los ojos al recordar que trabajando en Opichén, donde había muchos jovencitos con muchas carencias económicas, y a quienes para motivarlos, en la clausura invitó a que les entregaran sus documentos a un grupo de ingenieros, maestros y técnicos que estando en situación similar lograron superarse y alcanzar el éxito.
“Yo también vengo de una familia humilde, mi padre era carpintero, y también trabajaba la tierra, fuimos ocho hermanos dos ya fallecieron tengo dos hermanos que no son maestros, pero terminaron sus carreras”, puntualizó.
Además de sus hijos biológicos, el maestro Alfonso tiene muchos hijos académicos, sus alumnos que donde quiera que lo ven le saludan y entre los cuales figuran dos exalcaldes de Acanceh Julio Mukul Zapata y Víctor Mex, así como el actual comisario municipal de San José Tzal, Diego Uh Be.
Texto y fotos: Manuel Pool