Es un pequeño país situado a orillas del mar Báltico, y tiene apenas 1,3 millones de habitantes, que no generan basura suficiente. Sí, porque Estonia necesita basura para generar energía eléctrica.
Hace seis años, dos tercios de los residuos domésticos en Estonia se eliminaban en vertederos. Pero dos plantas de conversión de residuos en energía -o sea, de basura a electricidad- se pusieron en marcha en la capital, Tallin y en Jõelähtme, en 2013, informó el periódico estonio Eesti Päevaleht.
Déficit de residuos
Según la Agencia de Medio Ambiente, el año pasado se recogieron 395.516 toneladas de basura en Estonia, mientras que la planta de energía Iru ha quemado un total de 245.000 toneladas y otros recicladores cerca de 160.000 toneladas de basura.
El déficit es suplido con importación de residuos de otros países, principalmente de Finlandia, pero también de
territorios tan lejanos como Irlanda.
El año pasado, Estonia importó 56.000 toneladas de basura. Sólo en la planta Iru, cada día se necesitan unos 50 camiones de basura para que genere energía eléctrica.
El miembro de la junta Eesti Energia, Raine Pajo dijo que la basura importada representa un buen valor para Estonia: “Seamos honestos, el manejo de la basura extranjera paga mejor”, dice.
Pero Eesti Energia no tiene carta blanca para importar tanta basura como quiere, precisó Katrin Kaare de la Agencia de Medio Ambiente. El gobierno ha dejado claro que la basura local debe ser usada antes de que se puedan conceder licencias de importación.
Otros ejemplos
Estonia no es el único país europeo que importa basura para sus plantas de energía, sino el último en sumarse a una tendencia cada vez más popular. Suecia, campeón del reciclaje, también lo hace. El país recicla el 47% de su basura y usa el 52% para generar energía, así que menos del 1% termina en vertederos.
Sólo en 2014, Suecia importó 800.000 toneladas de residuos de otros países. Y Alemania, donde se recicla el 65% de la basura, importa también de Italia, Suiza, Gran Bretaña e Irlanda, para sus plantas de conversión de basura en energía.- Pulso USA