Varios cardenales que entran en el Vaticano para participar en la séptima congregación general, las reuniones preparativas del cónclave, hablan de un clima de escucha abierto y fraterno, aunque lo que rige entre ellos es, sobre todo, la prudencia.
“Hablamos de todo libremente, pero no delante de los medios”, bromea el cardenal austriaco Christoph Schönborn rodeado de periodistas antes de entrar en el aula del Sínodo.
La mayoría de ellos acelera el paso cuando ve a los periodistas que les esperan a la entrada de los muros vaticanos, aunque algunos se paran a intercambiar dos palabras y los más locuaces son los cardenales mayores de 80 años pues no entrarán en la Capilla Sixtina.
El argentino Angel Sixto Rossi, arzobispo de Córdoba, que será elector, explica que en estos días se busca una figura “de unidad” en un “clima familiar, amistoso y de respeto” en el que se “comparten opiniones”.
Para el colombiano, no elector, Jorge Enrique Jiménez Carvajal, “el ambiente es muy de paz y de dialogo”.
El papa Francisco nos dejó una palabra en su legado que es ‘escuchar’ y es lo que tenemos que hacer ahora escucharnos y que el Espíritu Santo nos indique”, agrega.
Jiménez Carvajal explica que el diálogo no es a nivel geográfico, por ejemplo entre cardenales latinoamericanos. “El diálogo es amplio y abierto. En el cónclave no entran presiones ni trapisondas, se entra de manera muy abierta”, asegura.
En general, los cardenales que hablan con los periodistas se inclinan por un cónclave corto de unos tres días.
Texto y foto: Agencias